En un pleno de nuestro Ayuntamiento el concejal de seguridad ciudadana respondió ante la demanda de un vecino sobre la problemática con otros que vivían en una finca en Buñol propiedad del consistorio. La respuesta del Concejal fue : “No podemos hacer nada , los llevamos a Requena (al Juzgado) y bajan antes a Buñol que la Guardia Civil que los ha subido”. ( pleno 28-10-2013)
La seguridad es una de las cuestiones sociales que más preocupan a los ciudadanos de cualquier territorio, y es elemento fundamental de desarrollo local. El concepto de seguridad ciudadana ha estado ligado a la represión social, mayor número de agentes policiales, pero esta idea ha ido evolucionando hacia la prevención de posibles conflictos. Una mayor presencia policial y aumentar los sistemas de control y vigilancia, no aseguran un descenso de la criminalidad ni de acciones antisociales, al contrario, etiquetan a la zona de insegura y problemática.
El marco urbano, forma una mezcla de elementos básicos ( numero de población, geografía , economía, cultura , religión, etc. ) que han sido tomados como referencia para el estudio del delito y su prevención. Existiendo una seguridad objetiva y otra subjetiva, pues una comunidad que se siente insegura, no siempre vive en un espacio inseguro, pues es una percepción.
Las sociedades occidentales se han basado en los sistemas represivos de control de conductas antisociales. Dejaron, en manos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado el controlar estas conductas. Sin valorar aspectos como las desigualdades sociales, la economía , la educación o la cultura . Un profesor de penal de Perú en la facultad nos explicaba la dificultad de su país a la hora de regular un derecho penal que abarcara la conducta de un indígena de la selva ,así como la de los ciudadanos de Lima, apuntando que el derecho penal no da la solución a los problemas sociales, su finalidad es otra. La evitación de conductas antisociales , es muy complicada de conseguir. Pero se pueden trabajar alternativas sociales trabajando en el concepto de “eficacia colectiva” , implantando acciones colectivas preventivas que abren el camino a una Seguridad Colectiva, en las cuales se implican a distintos actores sociales en proyectos comunes. El Foro Europeo para la Seguridad Urbana ( FOSU) es un organismo creado en 1988 bajo el auspicio del Consejo de Europa, con la finalidad de reforzar las políticas de prevención de la criminalidad y promover el rol de las autoridades locales en la elaboración de políticas con esta finalidad .
Desde este prisma se debe cuidar el desarrollo local que puede ser , económico , social y territorial . Y en ese proceso de desarrollo local debe implicarse a todos los actores sociales de esa localidad , adoptando medidas consensuadas . Y entender que los conceptos de desarrollo local y seguridad ciudadana viene unidos de la mano. Llegando a afirmarse por FOSU que sin seguridad ciudadana no hay desarrollo local, podemos así relacionar la seguridad ciudadana con el turismo, el aumento poblacional o el tejido empresarial. A modo de ejemplo en 2010, un 30% de los turistas japoneses fueron víctimas de robo/hurto en Barcelona . La respuesta desde el país nipón no se hizo esperar, y desde las instituciones del país, se redactó un folleto informativo sobre la peligrosidad de los territorios turísticos en España, y en concreto, de Barcelona .
Y a modo de ejemplo de reales soluciones podemos concretar dos casos , en Alicante en un barrio , “el Pla”, el proyecto de investigación, enmarcado en el Master Universitario de Desarrollo Local e Innovación Territorial de la Universidad de Alicante reconoce el valor de 4 grupos de actores fundamentales: Vecin@s, Comerciantes, visitantes y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Mediante el tejido asociativo del barrio –comerciantes y vecinos– se activó la participación ciudadana en la identificación de elementos que creaban inseguridad. Se detectó una inseguridad subjetiva asociada a la mezcla de distintas nacionalidades y costumbres. A pesar de que todo ello se constató que ni la criminalidad es mayor que en zonas más céntricas, ni en general tampoco lo es el nivel de conflictividad y disputas de raíz étnica. Se recogieron las demandas de los vecinos por el consistorio y se llevaron a cabo, mejoras para evitar el deterioro urbanístico y sociales para fomentar la inclusión social de algunas personas, medidas que han sido solicitadas y consensuadas con los vecinos que valoran el plan como propio. O el caso del Cabañal en Valencia. Barrio deteriorado por el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) que perseguía prolongar la avenida de Blasco Ibáñez a través del barrio, amenazando con derribar 1.651 vivienda Frente a los intentos de Salvem por defender los valores patrimoniales, culturales o históricos del barrio, aparece otro factor: la «degradación programada» por parte del Ayuntamiento de Valencia, que favorece la concentración de una nueva población compuesta en su mayor parte por familias de origen rumano y etnia gitana en exclusión social, que comienzan a ocupar viviendas deshabitadas, aumentando la inseguridad ciudadana y el conflicto social. Frente a ello el nuevo plan desarrollado por el nuevo consistorio en Valencia, EDUSI (Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado) cambiará la perspectiva de intervención, que pasa a ser más global e incluye a la participación ciudadana con el objetivo de “regenerar la zona en torno a la justicia social”, convirtiendo El Cabanyal en una “casa común”.
Fernando Carceller Fabregat.
Licenciado en Derecho.
Letrado de la Administración de Justicia.