Aibó lo que ha dicho…

Loquillo ha hablado. ¿Bocazas? ¿Chulo al que se le va de las manos? ¿Las canas en el tupé de supuesto machote pasan factura? ¿Nos hacemos conservadores con la edad? ¿Estrategia de marketing? ¿Manipulación? ¿Rock and Roll Actitud? ¿Cuñadismo? ¿Qué pensará mi amo, el Banco Sabadell? ¿Por qué no me callaría?… Como dicen los Soca-Brown, “El agua está turbia de tanto percebe”.

El titular que encendió la mecha y desató la indignación hacia un roquero del siglo XX, desfasado para mí, ridículo para muchos, hipócrita para otros, e ídolo para otros muchos, que ya peinan canas, y para algún jovencito confuso, es este: “Me importa un pepino que un rapero entre en la cárcel”.

Tras publicarse la noticia, muchos músicos, gran parte del público en general, y una buena parte de la izquierda, arremete contra Loquillo, a mi entender con razón, ya que considero, que entre artistas, que encarcelen a nuestro gremio por el contenido de su obra, debería ser rechazable. Ya hablemos de raperos de izquierdas o de skins de derechas, la cárcel es la cárcel, la música debería ser libre en una democracia, y ningún artista debería estar entre rejas por opinar en canciones, que no son otra cosa que obras artísticas, tengan o no mensajes políticos, u opiniones sobre personas e instituciones. Libertad de expresión. También para Loquillo. (Que se reserva el derecho a emprender acciones legales hacia quien considere oportuno…)

Cuando el aluvión de odio y desprecio hacia loquillo se hace insostenible, pasa lo siguiente, el gabinete de crisis de la oficina de este señor mayor con tupé se reune y decide calmar las aguas (seguramente porque saben que estas idas de olla pueden traducirse en menor afluencia a los conciertos, menos contratos, y por tanto, lo único que les importa: menos dineritos). Con una insuficiente nota de prensa difundida en su web y las redes sociales nos dicen: “Que el titular publicado por El Periódico es falso y no se corresponde con las manifestaciones del artista, ni en su forma ni en su significado”.

Si vamos a la entrevista en sí lo que El Loco (ese señor que para ser feliz quería un camión), lo que en realidad sucede es esto:

PREGUNTA: ¿A ti que te parece que un rapero entre en la cárcel por las letras de sus canciones?

RESPUESTA: Me importa un pepino lo que haga el rapero.

PREGUNTA: ¿Y que vaya a la cárcel por esto?

RESPUESTA: Insisto, es que vamos a ver… Me preocupa mucho más que amenacen a Coixet y Serrat. ¿Me entiendes? […] porque los que ensalzan a esos raperos son los que después silencian eso. Y eso es mucho mas sibilino.

No parece que lo arregle mucho, ya que dice lo mismo con otras palabras, y además se dedica a tirar balones fuera con la nota de prensa, encabronando (permítaseme la expresión) a gente, que como yo, no tenemos nada contra Serrat ni Coixet. También se permite el lujo de utilizar de pretexto a Sabina, Chamorro o Wyoming para justificar un pensamiento chulesco, insolidario y para nada merecedor de la simpatía de un colectivo de artistas mucho más humildes que vivimos la música con pasión y la utilizamos para aportar nuestra visión del mundo a esta enferma sociedad.

Ni Sabina, ni Coixet, ni Wyoming, ni nadie de los que él menciona en su ridícula entrevista han estado en la cárcel por el contenido de sus letras, por lo que Loquillo, a mi entender, lo que manifiesta es una falta enorme de sensibilidad hacia su gremio, y un egoísmo absoluto en beneficio de su tripa y su bolsillo. Vamos, concluiría con que se ha pasado de chulo, y en vez de arreglarlo la ha cagado todavía más, en un ejercicio de indignidad artística sin precedentes en el mundo de la música rock española.

Valtonyc, el rapero en cuestión, ha sido mucho más elegante diciendo sobre este tema: “Que Loquillo diga lo que le dé la gana. No sé por que la peña se escandaliza tanto por lo que diga un tío de Ciudadanos. Es mucho peor el silencio y complicidad de la supuesta izquierda así como de artistas “comprometidos”. A esos sí que hay que darles caña y avergonzarles”.

Concluyendo, Loquillo, quien te ha visto y quién te ve. Lo bueno de este tema es que se ha abierto un debate, que tras largas reflexiones de cada uno de nosotros a nivel personal, puede hacer que cambiemos o profundicemos en un tema tan delicado como este. Me gustaría acabar el artículo citando un tweet de Ranking Franki, que dice así: “A ver, Loquillo, tonto del culo, Rock and Roll actitud es Woody Guthrie matando fascistas con su guitarra, es Johnny Cash tocando en la prisión de Folsom, son los Rolling Stones escribiendo un tema para Angela Davis, es Patti Smith suspendiendo un concierto en Madrid porque hay una huelga general, Joe Strummer rasgando sus últimos acordes para los bomberos de Londres en huelga. Lo tuyo es necedad Servil”.

Enrique Hernández Pérez
Profesor Cultura Audiovisual Conservatorio Buñol

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