Tradicionalmente se consideraba que las alergias, en concreto las que afectan a la vía respiratoria, eran un problema típicamente primaveral. Sin embargo, en los últimos 10-15 años se ha ido constatando cada vez más claramente que las personas sensibilizadas pueden padecer alergias en otras épocas del año, lo que aumenta considerablemente el rango de meses de sufrimiento.
Los casos de alergia van en aumento y se estima que en los próximos 20 años las alergias podrían formar parte de la vida del 30% de la población española.
Es importante destacar que “no se nace” alérgico, sino que se tiene una predisposición genética o facilidad para desarrollar alergia en general, pero no a sustancias concretas y, en función de los factores ambientales, la persona “se hace” alérgica a determinadas sustancias.
Las posibles causas ambientales serian:
• El modo de vida occidental (tabaquismo, cambios en las costumbres alimenticias, sedentarismo, obesidad…)
• Los inviernos más suaves, el efecto invernadero de las ciudades y la contaminación ambiental.
• Teoría de la higiene: nuestros hijos viven en ambientes limpios, se bañan con mucha frecuencia, están vacunados, toman antibióticos a menudo, nunca están sucios. Todas estas situaciones favorecen que el sistema inmunitario se equivoque de enemigos y se oriente a sustancias tan inocuas como son los pólenes de las gramíneas o las heces de los ácaros del polvo doméstico.
Recientemente se ha observado cómo inmigrantes llegados a nuestro país desde otros lugares no tan industrializados y con menos contaminación presentan alergia respiratoria a los dos o tres años de residir en nuestras ciudades. La contaminación ambiental gana relevancia como factor desencadenante.
¿Qué son la alergia y los alérgenos?
La alergia es una reacción de defensa del organismo contra sustancias externas que penetran en el cuerpo y que, para las personas no alérgicas, son inofensivas. El sistema inmunológico del cuerpo, que es el encargado de defender el cuerpo de los ataques externos de bacterias, virus y tóxicos, intenta, en las personas con alergia, neutralizar estas sustancias inocuas (alérgenos) por mecanismos que resultan dañinos contra el propio organismo y causan los síntomas de la alergia.
La alergia aparece a cualquier edad. Además, aparece frente a cosas que durante años se han tolerado perfectamente, como frutos secos, marisco, pelo de los animales, etc.
Las fuentes alergénicas más importantes son, por orden de frecuencia, los pólenes de plantas y árboles, los ácaros del polvo de casa y los epitelios de los animales.
Los síntomas de la alergia son muy variados y dependen de la parte del cuerpo que resulte afectada.
• En los bronquios causa asma y disnea (sensación de falta de aire), en la nariz causa rinitis (estornudos repetidos, moco líquido, congestión nasal, picor nasal) y en los ojos, conjuntivitis (enrojecimiento conjuntival, lagrimeo, legaña fina)
• En la piel causa urticaria, inflamación, dermatitis atópica o dermatitis de contacto.
• Pueden aparecer síntomas digestivos con dolor, gases, vómitos o diarreas.
Para diagnosticar la alergia se hacen una serie de pruebas específicas de alergia:
• Pruebas cutáneas
• Análisis de sangre
• Pruebas de provocación
¿Cuáles son los motivos de esta “desestacionalización” de las alergias?
• Hemos introducido masivamente especies vegetales con una alta capacidad alergénica, como por ejemplo el plátano de sombra o plátano de paseo (Platanus acerifolia o Platanus hispánica), o el ciprés (Cupressus sempervirens). La época de polinización de estas especies es antes de la primavera
• La contaminación ambiental y los cambios en los patrones climáticos propician las alergias, se favorecen los fenómenos de desertización de muchas áreas de la meseta y regiones meridionales y las plantas más resistentes ganan terreno y polinizan en los meses de mayo a septiembre. Los contaminantes ambientales vuelven los pólenes más alergénicos y potencian más los síntomas alérgicos.
• Los fenómenos de polialergia. Los ácaros son alérgenos típicos del interior de las viviendas y están presentes durante todo el año en las zonas del litoral. Asimismo, cada vez es más frecuente tener animales domésticos (perros, gatos) y no tan domésticos (conejos, chinchillas, jerbos, hámsteres, erizos, etc.) cuyos alérgenos están presentes de forma constante en el interior de las viviendas.
¿Cómo se trata la alergia?
Hay tres tipos de tratamiento y se adapta individualmente a cada paciente.
• Tratamiento de rescate: debe hacer efecto en poco tiempo y es diferente según los síntomas de la alergia. Un ejemplo son los antihistamínicos, siempre deben ser prescritos por un médico.
• Tratamiento preventivo: Un ejemplo es la vacunación, es el médico especialista quien debe valorar la necesidad de ese tipo de tratamiento.
• Tratamiento etiológico: El más habitual es la evitación de alérgenos.
En las últimas décadas se han identificado alérgenos responsables de nuevas enfermedades alérgicas. Por ejemplo, el látex, cuyo primer caso se describió en 1979.
Las alergias han dejado de ser un problema exclusivamente primaveral: ahora pueden ocurrir prácticamente en cualquier época del año.
Siempre hay que consultarlo con el médico de cabecera o el alergólogo.
Mª Ángeles Alcalá Alcalá
Farmacéutica
