Tras recuperar el año pasado el célebre Entierro del Tomate después de que en 1957 se prohibiera La Tomatina y el pueblo entero se vistiera de luto para protestar pacíficamente por la decisión del gobierno franquista, una vez más se ha vuelto a enterrar al tomate, que representa nuestra fiesta más grande, aunque esta vez no se trata de una protesta, sino de simbolizar el fin de La Tomatina de este año, hasta que el primer viernes de Ferias de 2017 se produzca su resurrección.
Decenas de buñoleros participaron en este triste acto, con la corporación municipal vestida de negro a la cabeza, acompañados por la Comisión de Fiestas, la Reina de la Feria y Fiestas y su Corte de Honor.
Tras el paseo del féretro con el tomate desde la Plaza Layana hasta el Ayuntamiento, se procedió a la lectura de un pregón para despedir al tomate como se merece, eso sí, hasta el año que viene.
Os dejamos con una galería fotográfica y con el vídeo del evento.
