Crónica de Rock and Roll en la Feria del Comercio (y del Bebercio)

Todo el mundo sabe que los rockeros no son muy de comercio, son más de bebercio, pero eso no quita qué en la Feria del Comercio de Buñol, un par de grupos activos demostraran en público su buen hacer, y dejaran claro tanto a organizadores como asistentes que el rock patrio goza de una muy buena salud artística.

Sucedió el sábado por la noche, y pese a paellas yatoveras, donde casi toda la juventud acude como moscas a la m*****, unas trescientas personas pudieron disfrutar de los diferentes conciertos que tuvimos en Buñol, algunos en parte y otros el evento en su totalidad.

Solventados los ligeros problemillas de organización, la velada comenzó puntual y duró lo que tenía que durar. Tras el número de magia, la música de la SR Big Band1 atrajo a las personas dispersas por el recinto, ya que el sonido, de la mano de Berny Vidal y con equipo de Finito, fue de calidad y se escuchó todo de lujo, equilibrado y potente, como tiene que ser.

El repertorio de la big band fue variopinto, pudimos escuchar Soul, Samba, Funk, Swing, Jazz y como no, una apertura vintage2 con el Shake, Rattle and Roll (de Bill Halley), considerado uno de los primeros temas acuñados bajo la etiqueta de rock and roll.

Fueron un nutrido grupo de músicos los que dieron forma a esta velada introductoria. Cinco trompetas, un batería, dos teclados, trompas y cello, contrabajo eléctrico y tuba, y toda la familia saxofonil presente, bajo la batuta de David Almerich, que a su vez es el profesor de esta asignatura en el Conservatorio Profesional de Buñol.

En resumen, un concierto elegante, sin contratiempos, y con muchos matices de dinámica y color, unas buenas improvisaciones de los alumnos y ayudantes, y una sincera ovación del público asistente. Concierto redondo, claramente.

Tras desalojar el insuficiente, una vez más, escenario municipal, dieron sus notas en un debut por todo lo alto los originalísimos Soca-Brown, que no defraudaron en su tan esperado primer concierto, ofreciendo al respetable 6 temas propios, nada de versiones, que lograron arrancar las carcajadas del público asistente con las lisérgicas letras de Dani Agulló, acompañado de Miguel Zanón a la guitarra y Vicente “El Lobo” a la batería.

Seis temas con bis, repetido, porque solo tienen seis, de composición atípica, muy original, de los que piden ser escuchados ya que tanto su extraña, pero meditada música, como sus desternillantes y psicológicas letras, provocaron la petición de bises, y dejaron bien claro que Soca-Brown ha venido para quedarse, y el público los recibirá en el futuro con los brazos abiertos, deseando una nueva dosis de “Sushi pa ti, sushi pa mí”, y como ellos mismos dicen, en el futuro habrá “sushi pa tós”.

Para finalizar la velada llegó el turno de The Clown, un grupo ya viejo conocido de estas páginas debido a sus diferentes actuaciones, y a la confluencia que tuvieron con los alumnos de Lenguaje Musical del Conservatorio Profesional de Buñol. Asiduo a los bancales, a los conciertos de la PAH, y a tantos otros eventos culturales o lúdico-festivos realizados en la localidad y fuera de ella.

El concierto fue un puntazo, ya que, debido a la marcha de actuaciones en directo, y la grabación de su primer disco, que pronto podremos tener en nuestras manos, encontramos a una banda fuerte, segura, y ensayada. Por otra parte, pudimos ver al nuevo miembro del grupo controlando la parte electrónica y apoyando las guitarras. Se trata de Paco Castán, sobre el cual poco se puede decir, ya que su trayectoria de años y años en el mundo de la música lo avalan como un profesional como la copa de un pino. No defraudó el Portu, a las cuatro cuerdas, dando a los amantes del Funk-Metal una satisfacción de primer orden. Foskitos, pese a utilizar una irónica nariz de payaso nos regaló una vez más su afinada y potente voz, y junto a Joma a la guitarra y José Martínez a la batería, hicieron una hora larga de música original y muy elaborada.

En conclusión, una noche completa, con varios estilos de música de calidad, nada que ver con el reggaetón de las casetas de algún establecimiento, que aún no se ha enterado que ofrecer basura y machismo a las orejas de las personas es de bastante mal gusto.

1 Big Band del Conservatorio Profesional de Buñol
2 En referencia a antiguo.

Enrique Hernández Pérez
Músico disperso

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