(DES)EANDO (AMAR)

Un poco antes de acabar el desafortunado pasado año y coincidiendo con que cumplía 20 años, volvía a los cines «Deseando amar» –In the Mood for Love–, el (no) amor más grande de la historia del cine. Pero no voy a hablar de la película, sólo decir que por ella es como si no hubiesen pasado estos 20 años.

No la he podido ver en su vuelta al cine, pero sí la he vuelto a ver porque recordé que la tenía en alguna de las cajas donde guardo las pelis y os aseguro que me gustó más que cuando la vi por primera vez en los cines Princesa de Madrid. 

Amor y cine siempre han ido unidos, el amor está presente en todos los géneros cinematográficos, desde el western al negro o al musical, sin olvidar que las «películas de amor» son un genero en si mismas. Hay un libro muy interesante que utilizo bastante para consultar, se llama Filmoterapia, Cine, coaching y psicología. En él hay un estudio sobre películas en cada una de las etapas del amor, desde la soltería y el emparejamiento hasta acabar con la crisis de pareja y el desamor.El tema da para muchas colaboraciones mensuales como esta. Y como estamos en el mes de los enamorados y a mí me gusta ir a contracorriente, hoy voy a hablar de películas que nos hablan de la ruptura y el desamor. 

Woody Allen es un especialista en el tema en algunas de sus mejores películas: Interiores, su primer drama después de muchas comedias, y Maridos y mujeres son dos ejemplos a los que podríamos añadir Hanna y sus hermanas y Manhattan. Almodóvar, con Mujeres al borde de un ataque de nervios y La flor de mi secreto también trataba el tema, con la ayuda de Carmen Maura y Marisa Paredes, sus protagonistas, ambas en estado de gracia. 

Y hay que hablar de La guerra de los Rose, la desintegración de un matrimonio perfecto llevada al límite en tono de comedia negra. Con los Rose como referente hace un par de años se estreno Bajo el mismo techo, dirigida por Juana Macías y protagonizada por Jordi Sánchez y Silvia Abril. 

Cosas que nunca te dije, para muchos la mejor de Isabel Coixet, bellísima y a la vez triste película sobre la separación de una pareja cuya clave está precisamente en el título. 

La lista es casi interminable. Kramer contra Kramer, en la que el hijo está en el centro de la disputa –real como la vida misma– ; Tal como éramos, con Robert Redford y Barbra Streisand como una pareja cada uno mirando en una dirección; Secretos de un matrimonio, de Ingmar Bergman, primero una miniserie de 6 capítulos y luego una película. Una a la que le tengo un cariño especial es Dos en la carretera, de Stanley Donen, con una deliciosa Audrey Hepburn, banda sonora de Henry Mancini y una línea de diálogo que traspasó la pantalla y todavía se emplea: EL: ¿Qué clase de personas son las que pasan horas sin tener nada que decirse? ELLA: los matrimonios.

Algunas más recientes, como la oscarizada La La Land, deliciosa, aunque también tiene detractores, y en la que la crisis y el desamor se cuentan en clave musical; y una para mí de las mejores películas americanas de los últimos años, Historia de un matrimonio, dirigida por Noah Baumbach e interpretada por Scarlett Johansson y Adam Driver. 

Para terminar, al igual que empecé, he de hacerlo con una película del mismo director, Wong Kar Wai, Happy together, donde es una pareja homosexual la protagonista de la crisis y el desamor.

Arny Carrascosa Villar
Cada día más loco por el cine

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