¿Dónde está Buda?

«Todos los actos incorrectos vienen de la mente. Si la mente cambia, ¿cómo podrían permanecer esos actos?».
Buda

Esta célebre frase de Buda es una de las joyas de la sabiduría y amor que este gran Ser nos legó para que reflexionáramos sobre nuestro comportamiento. 

«¿Dónde está Buda?» es el nombre de un cuento que hace muchos años mi profesora de yoga nos regaló a toda la clase por Navidad, y que me vino a la mente cuando se produjo la noticia bomba –-en medio de un debate sobre el clima– de que la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, disolvía la Asamblea y se anunciaban elecciones anticipadas ante el shock de los diputados allí presentes. 

En el cuento se narra la leyenda de que en una ocasión unos monjes budistas visitaron a un sabio que consideraban descendiente del mismísimo Siddharta. El objetivo no era otro que preguntarle al sabio dónde se encontraba Buda. El sabio no tardó en darles una respuesta: «En el monasterio, entre vosotros». Los monjes, aturdidos, regresaron en silencio al monasterio. Una vez allí, comenzaron a observarse más atentamente unos a otros, se interrogaban con los ojos, empezaban a sospechar de si sería el jardinero, o el panadero, o el bibliotecario… Ante la duda, los monjes empezaron a tratarse con más respeto unos a otros porque cualquiera de ellos podía ser el gran Buda. Con el tiempo, todos llegaron a iluminarse. El clima espiritual de hermandad traspasó los muros del monasterio y llegó a sus devotos. El poder transformador de la convivencia respetuosa y honesta por el otro y por uno mismo cambió sus vidas.

Ante la inestabilidad política, la ausencia de auténticos líderes e ideales, ya no sólo de nuestro país sino a nivel global, me pregunto qué sucedería si todos los partidos políticos fueran llevados a un monasterio y les dijeran que entre ellos se encontraba Buda. ¿Serían capaces de tratarse con respeto? ¿Llegarían a convivir honestamente? ¿Llegarían a iluminarse? ¿Tendrían entonces estabilidad?

Los egos gigantes ya no tienen cabida en la Nueva Humanidad, en el Nuevo Paradigma, y de ahí que cada vez sea más difícil gobernar incluso con mayorías transversales. Estamos atravesando una etapa política de mucha identificación con el ego y ello sólo nos lleva a la discordia, a la inestabilidad. Es necesario un cambio de mentalidad. Un cambio de comportamiento. Un cambio de consciencia. Adentrarse en el mundo interior ofrece muchas posibilidades, pero sobre todo una: la de dejar el ego en el lugar adecuado. Si uno cambia, todo a su alrededor cambia. El poder transformador del mundo interior no tiene parangón.

Paciencia y confianza. Todo llegará. Afortunadamente, cada vez son más las personas comprometidas con su cambio personal, buscando el equilibrio. Y las nuevas generaciones que hoy pisan nuestro Planeta traen una sensibilidad y empatía especial. Traen el equilibrio entre lo femenino y lo masculino, entre el pensar y el sentir. Son los portadores del Amor, la Paz y la Armonía de la Nueva Humanidad. Son la unidad. Mientras tanto, ¿Dónde está Buda?

Emi Zanón Simón
Escritora

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