Algunos vecinos todavía no han podido regresar a sus casas
Redacción.- El derrumbe de la calle Moratín de Buñol sigue coleando y provocando reacciones. Después de conocer las explicaciones ayer del edil de Obras y Urbanismo, Rafael Pérez, este viernes les ofrecemos el punto de vista de la Asociación de vecinos y amigos del Barrio Antiguo de Buñol. Este es el comunicado que han lanzado a través de redes sociales y que ha difundido el secretario de la organización, José Medard:
El pasado miércoles día 31 de agosto la calle Moratín o Talega del Castillo de Buñol, cedía cayendo al descampado de la calle Alpujarras. Por fortuna, a pesar de la gravedad del derrumbe, no hubo daños físicos a personas excepto una pequeña lesión a una vecina aun cuando los daños vinculados al susto, el riesgo, el desalojo y a la situación en la que nos encontramos son muy notables.
En éste momento parte del vecindario se encuentra desalojado y la totalidad se encuentra desinformado y abandonado por los organismos públicos y probablemente el desalojo se mantenga durante un tiempo indeterminado dada la importancia del daño.
Podríamos pensar que éste asunto sólo implica a los vecinos y vecinas directamente perjudicados pero realmente es una metáfora perfecta de la situación general en toda el área urbana del Castillo: abandono, desidia, falta de perspectiva, irresponsabilidad pública y manifiesta mala gestión urbana, social, cultural y patrimonial de toda ésta área tan importante para la identidad de Buñol.
En éste caso concreto de la calle Moratín desde hace más de un año personal y colectivamente los vecinos y vecinas han urgido por escrito y verbalmente al gobierno local del deterioro y riesgo de la calle y por ende viviendas y personas. Frente a ello ha ocurrido lo que no hace falta decir dadas las consecuencias que se pueden observar con nitidez, pasando por allí o en las múltiples fotografías y videos. Pero ¿qué ha ocurrido para que se de ése derrumbe?:
-Desidia municipal frente a una solicitud fundamentada del vecindario.
-Irresponsabilidad administrativa, política y técnica frente a un hecho que sentíamos probable y que claramente, bajo una perspectiva más atenta y cualificada era perfectamente predecible: la baranda cedía, la calle y muro se agrietaba, los testigos puestos para evaluar la situación ( y que nadie evaluaba excepto el vecindario) se abrían por días. Las fugas de agua y alcantarillado eran notables y etc etc etc…
El riesgo de la situación a día de hoy, uno de septiembre, sigue latente, la desinformación al vecindario sigue presente y la actuación frente al desastre es más que desastrosa, indigna de una gestión responsable y una atención apropiada a las/os ciudadanas/os en una situación muy excepcional.
Por favor: Obviamente es necesario hacer algo. Gracias
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