El entierro del Tío Riteto

Hace dieciocho años en Buñol ocurrió un hecho muy especial. Se trató del “Entierro del Tío Riteto”, que fue un sepelio de lo más curioso que se recuerda por estos lares.

Esta noticia, de la que adjunto recorte del diario Levante-EMV, la recorté y comenté posteriormente, en una sección de mi blog, que se llama “KOMO SEMOS”, en la que recortaba y comentaba noticias curiosas, como esta acaecida en Buñol. 

FUNERAL A RITMO DE PASODOBLE EN BUÑOL 

Estoy seguro de que, si alguien hubiera llegado a Buñol por primera vez y se hubiera topado con este entierro, hubiera alucinado y, además, hubiera creído que igual era el rodaje de alguna película. Y, precisamente, como una película debió de transcurrir la vida del tío Riteto, de quien más adelante contaré algunos detalles de su personalidad. Ahora quiero aclarar algo: 

El “tío Riteto” no era tío mío, ya que era tío de todos y todas los buñoler@s. Y… ¿eso cómo es? Por cuestiones histórico-lingüistas que yo no conozco del todo, en Buñol todos sus vecinos, a partir de una cierta edad, se convierten en tíos y tías, aunque no exista el más mínimo lazo familiar, que también existe en ocasiones, dando lugar a tíos y tías reales. 

A mí personalmente, esta noticia me impacta en una cosa, que es cómo se puede cumplir con tu última voluntad y a la vez conseguir desdramatizar el tema de la muerte. Así que, lo que podría haber sido un mar de lágrimas, se convirtió en una gran montaña de alegría. 

De siempre me he preguntado sobre el dramatismo de una pérdida humana, que te afecta más o menos directamente, pero la respuesta-consecuencia del dolor y el mal rollo siempre me ha parecido muy tétrica. 

En el tema de la muerte es como si se nos quisiera ocultar algo que un día u otro lo vamos a ver de frente. Yo, de momento, pienso que la muerte es el siguiente estado en que se convierte la vida. Y que cada uno/a se lo tome como crea más conveniente para su vida y sus creencias, o no creencias. 

Lo que queda muy claro es que el tío Riteto se cargó, y se cagó en la parafernalia normal que contienen los entierros. Yo no tuve la ocasión de conocer personalmente al tío Riteto, pero sí que he hablado con personas que lo conocían, y confirman y amplían lo leído en la noticia. Sus pasiones las llevó hasta su último viaje por su pueblo. 

Me han contado que era todo un personaje, y una de sus pasiones, la traca y los petardos, solía gastarlos debajo de una mesa que tenía en su “casica de monte”. Un cohete borracho atado con un cordel que no se veía… total, que cuando decía “allá voy”, le prendía fuego al cohete borracho atado debajo de la mesa, y provocaba una estampida en la visita, además de las risas consiguientes. 

Otra de sus pasiones: la petanca. No sólo jugaba, sino que fundó el Club de Petanca en Buñol. La música, otra de sus pasiones, que canalizaba a través de “Los Feos”, que es una gran banda de música conocida como “Sociedad Musical la Artística, de Buñol”. En Buñol hay dos excelentes bandas de música, “Los Litros” y “Los Feos”, pero de esto podéis buscar más cosas por vuestra cuenta. El tío Riteto se preocupó de dejar pagado su entierro y todo lo que iba a conllevar. Yo, como músico aficionado, puedo decir que cuando vas tocando un pasodoble por la calle, en las caras de la gente se perciben gestos de alegría. Y eso es lo quería el atípico difunto. 

Además, en la foto del cortejo fúnebre, se ve a los músicos sin traje ni nada, tal como son (eso sí, un poco abrigados, ya que era diciembre), y tocando pasodobles, a la vez que resonaban algunas tracas. Esa experiencia, como músico, debe ser inolvidable. 

Otra cosa muy curiosa fue la forma de anunciar por la megafonía el fallecimiento del tío Riteto, cambiando las fúnebres notas del Réquiem, de Mozart, por las alegres notas de un pasodoble, como anuncio previo a tan singular y alegre entierro. Si entre las cosas más conocidas de Buñol está la Tomatina, aparte de otras curiosidades, como el cementerio con una amplia y singular simbología masónica, ahora quiero dar a conocer a este no menos singular personaje: “el tío Riteto”, y estoy seguro que se lo pasó de puta madre hasta en su propio entierro. Se lo merecía, por ser una persona tan auténtica y singular.

POSTDATA: este artículo lo he publicado en el blog venanciferrer@blogspot.com y os aseguro que ha recibido muchísimas visitas de muchos países del mundo.

Venanci Ferrer Tarín
Ex-quiosquero del barrio Gila

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