La Tomatina es una fiesta mundialmente conocida donde se tiran muchísimos tomates en un pueblo de España llamado Buñol, aunque nosotros para darle una definición más precisa y mediática la definimos como “la fiesta en la que miles de personas se lían a tomatazos entre sí“.
No siempre La Tomatina se llamó así porque, aunque nació en 1945 cuando la trifulca entre los gigantes y cabezudos, años después, tras la prohibición y el propio entierro del tomate en el año 1957, sería a partir de que el farmacéutico don Salvador Aparisi publicara sus productos y creara los polvos blancos que servían para la conserva del tomate y que él acuñó con el nombre de la tomatina, cuando ese mismo nombre serviría para definir a la fiesta del tomate.
El nombre propio de Tomatina, por tanto, se debe a la identificación con el producto creado por el farmacéutico.
Sirva de anécdota que, durante los años cincuenta y sesenta, hasta 1971, en el programa de Ferias y Fiestas no aparecía el nombre de Tomatina de forma oficial, ya que se anunciaba diciendo que a las 11 horas en la Plaza Ramón y Cajal, celebración de cucañas.
Y, efectivamente, en 1971 oficialmente se anuncia en el libro de Ferias y Fiestas de Buñol que el miércoles a las 11 de la mañana se celebran cucañas y el animado festejo popular La Tomatina.
La palabra Tomatina la creó don Salvador Aparisi, que era un farmacéutico popular que tenía la botica en la calle del Cid, frente a las escaleras de la calle Mallorquines. Hace años el Ayuntamiento de Buñol en sesión plenaria y por unanimidad acordó ponerle el nombre de Salvador Aparisi a una calle en Buñol, ubicada en una confluencia con la calle de Ernesto Jiménez.
La popularidad del farmacéutico y su imaginación fue definitivamente determinante para darle el nombre a la fiesta de La Tomatina.
Pegua Ruíz Corachán
Co-autora del libro “La Tomatina de Buñol”