Tras ir ganando desde el minuto 14, el equipo buñolense vio como el Moncada empataba en el minuto 85, pero Aquila lograba hacer justicia con un golazo en el minuto 89 que desataba la locura en el campo.
En la sexta jornada de la Liga de Veteranos Grupo Norte el C.D. Veteranos At. de Buñol recibía al Veteranos de Moncada C.F. con la buena noticia de saber que la Federación les había dado la razón en el recurso presentado por alineación indebida del Yátova en la cuarta jornada (derrota 0-1), por lo que los tres puntos se quedaban en casa y la ilusión por estar arriba intacta.
El Moncada venía al Beltrán Báguena invicto y con la vitola de haber vencido al Quart de Poblet, lo que, unido a las bajas, que continúan siendo la lacra de la temporada para el Buñol (Quique, Vega, Toni Villanueva, Iván, Lajara y Eliseo), presagiaba un partido complicado.
El técnico, Carlos García, tuvo que adaptarse a la situación, colocando a Manolo de mediapunta y al lateral Miguel de interior derecha. Sin embargo, el equipo salió bien plantado, dominando el balón y llevando la iniciativa del partido, disfrutando en muchos momentos con Héctor, Manolo y Fran moviendo el centro del campo y entrando por velocidad por las bandas, sobre todo con unos activos Rumbo y Aquila. Salvo por alguna contra visitante la superioridad era clara y pronto, en el minuto 14, llegó el primero de Aquila, que sorteó bien la salida del portero tras un pase en profundidad de Rumbo.
El partido se ponía muy bien y el Moncada empezaba a desquiciarse, protestando cualquier choque, cualquier falta, a favor o en contra. Pero entonces hacia la media hora de partido llegaba la lesión de Héctor, que lleva arrastrando molestias en el abductor desde el principio de temporada. En su lugar el único cambio posible era el portero suplente, David Criado, que ocupó el lateral izquierdo para que Sean subiera al mediocampo.
La primera parte terminó sin más trascendencia, pero en la segunda mitad empezaron los problemas para los locales. El Moncada comenzó a lanzar balones en largo hacia sus dos interiores, ambos muy veloces y hábiles, o hacia el punta, que cubría muy bien el balón. El Buñol se vio obligado a defender más de la cuenta, perdiendo el control del partido. Además, el cansancio físico de algunos jugadores obligó al mister a hacer cambios de posiciones entre los propios jugadores en liza. Todo ello, unido a las protestas contínuas de los visitantes en casi cualquier lance del partido y a lo ajustado del marcador, hizo que los nuestros perdieran un poco los nervios y el sitio en el campo.
Aunque el Buñol atajaba bien los intentos de acercamiento del Moncada, que realmente no había gozado de ninguna ocasión clara, a falta de 15 minutos, en uno de esos balones largos el delantero del Moncada se plantó solo ante Lincoln, que con una gran sangre fría, aguantó la posición y resolvió a favor el mano a mano, que pareció dejar a los visitantes algo hundidos, como si la única ocasión que esperaban se hubiera marchado al limbo. Carlos colocó a Juan y Aquila en el medio junto a Fran, bajó a Sean al central y colocó a Manolo en la izquierda, y parecía que el partido volvía al control local, más cuando el visitante Rafa Castelló era expulsado por doble amarilla en solo 5 minutos tras perder los nervios.
Y lo que tiene el fútbol, a falta de 5 minutos el Moncada dispuso de una falta a 20 metros del área y el centro lo cabeceaba cruzado José Manuel Rubio, imposible para Lincoln. Parecía que la mala suerte volvía, tras el esfuerzo del equipo durante todo el partido. Pero el Buñol no bajó los brazos y dio un paso hacia adelante, que oblígó a los visitantes a recular, conformes con el marcador, perdiendo tiempo descaradamente. Y en uno de esos últimos ataques, Aquila recibió en las inmediaciones del área, recortó con la derecha y lanzó un zurdazo cruzado que se coló raso, al palo corto, haciendo inútil la estirada del portero local. Era el minuto 89, y el equipo se hizo una piña.
Tras esta victoria, el Buñol se sitúa en lo más alto de la tabla, con 1 derrota y 5 victorias, a la espera de recuperar efectivos. Y el próximo sábado visita a Ribarroja, un rival históricamente muy incómodo para los nuestros.