En estos momentos, estimados lectores de este rincón poético, me siento entristecida e impotente al enterarme de que varias de nuestras Fuentes, el Roquillo, la Alegría y el Cuco se han secado, y me temo que al paso que vamos, nos quedemos sin ninguna de ellas, de las que yo conozco y que son inspiración de mis poemas. ¡¡Qué pena!!, de verdad que me siento confundida y apenada escribiéndoles a unas fuentes que en el plazo de pocos días dejaron de escucharse sus calurosas melodías…, pero prometí hacerlo y seguiré subiendo las poesías que me restan dedicadas al recuerdo de tan singular maravilla de la naturaleza, a las que se fueron y las que nos quedan, para terminar mi homenaje a todas ellas con una fusión poética, incluso a aquellas que ya son historia y no tuve el placer de conocerlas.
Fuente del Hortelano,
en otros tiempos Balneario
por sus poderes curativos,
donde sobre todo el valenciano
descansaba en los meses del estío.
Esta fuente es de propiedad privada
¡aunque siempre podías visitarla!,
era su voz el canto mañanero
de la alondra que llegaba a mi ventana.
Hoy me acerqué a fotografiarla
y me encontré la puerta cerrada,
las cosas ya no son como antes…
y me sentí triste y desilusionada.
Nace abajo del Monte de la Cruz
muy cerquita de mi casa mana,
dos chorros de agua cristalina
puro torrente de vida y luz.
Luz que juega con la arboleda
que crece junto al margen del río
extendiéndose hasta ella con desafío
envolviéndola en sus brazos con poderío.
Yo de ella siempre estuve enamorada
y a llenar mis cántaros bajaba
y con serena pasión escuchaba
su cantarina voz que me tenía hechizada
Y si ya no puedo verte, fuente mía,
permanecerás en mi recuerdo cada día
como entonces, como siempre,
… “dándote a la gente”.
Eres uno de los tesoros
más bellos que Buñol encierra
insuperable en todos los sentidos
surgiendo de las entrañas de la tierra.
Fina Simón.
Pintora y Poetisa.
