Historias y/o leyendas de la Conquista y el Rey Jaume

LEYENDA DE LA HORCHATA
Se dice que una mañana calurosa el Rey Jaume I iba paseando por primera vez por los campos de, las comarcas de l’Horta de Balinsya, alrededor de del norte de la ciudad, y pasando cerca de una Al Keria (alqueria), por los campos de  chufa valencianos y vió una linda joven sentada al borde del camino, en el porche de su casa, al resguardo, en la sombra y tenía en su mano una bebida blanca. El rey Jaime I, debido al calor, le pidió a tan hermosa joven que le dejará probar esa extraña bebida. Este al probarla respondió en “la nostra llengua”.

–  “Acò es or, xata!”

 Que traducido viene a decir: “! Esto es oro, chata!” y de ahí se quedo el nombre de la famosa bebida valenciana “orxata”.

LEYENDA SANT JORDI
En el momento más duro de la batalla de Valencia, apareció un valiente caballero montando a caballo blanco y cubierto por una brillante armadura con una gran cruz. Con una lanza como de fuego daba lanzadas a diestro y siniestro y hacia caer a los moros a docenas. La suerte de las armas decidió el favor de los cristianos, Cuando el triunfo ya era seguro, el valiente caballero desapareció. Y todo el mundo lo reconoció como San Jorge, que había ido para ayudarles a ganar la batalla.

LA LEYENDA DEL “RAT PENAT”
Cuenta la leyenda que el rey Jaume I estaba acampado en las cercanías de Valencia, entre, más o menos, Sta. María de El Puig, Puçol, …,   en su intento de arrebatar el control de la ciudad a los moros. La ciudad estaba sitiada por las tropas navarras, catalanas, aragonesas, y extranjeras que habían venido a ganar la “bula”, que “como cruzada” concedió el Papa Gregorio IX. Una noche, dormía el ejército cristiano tranquilo y confiado cuando se oyó un sonido muy extraño en las proximidades de la tienda del mismo rey. Un soldado que oyó el misterioso ruido corrió a despertar al rey que de inmediato dió la orden de que estuvieran todos alertas y vigilantes. Fue entonces cuando alguien descubrió que el ejército moro se hallaba muy cerca del campamento, emprendiendo un ataque sorpresa contra las tropas de Jaume I.  Rápidamente, tomaron todos los soldados las armas para presentar la batalla al ejército moro. La lucha fue terrible, los moros sufrieron un número elevado de bajas que les obligaron a retirarse. El ataque sorpresa, casi a la desesperada había sido rechazado. Al acabar la batalla, se quiso saber el origen de aquel misterioso sonido que había puesto en guardia al ejército cristiano cuando descubrieron que había sido un murciélago, el que había estado golpeándose a sí mismo en un tambor y tirando al suelo algunas armas que habían provocando el misterioso estruendo que habían escuchando en mitad de la noche. En agradecimiento al murciélago, Jaume I hizo poner al murciélago en la parte más alta del escudo de la ciudad de Valencia.

LA LEYENDA DE LAS 300 DONCELLAS
Cuentan las gentes que Jaume I prometió a sus soldados antes de acometer la toma de la ciudad de Valencia que los primeros en entrar merecerían el honor de repoblar la ciudad con mujeres traídas de sus pueblos de origen. Fueron tres leridanos sobre los que recayó tal distinción, y así se hizo venir a 300 doncellas leridanas. Produciéndose inmediatamente siete matrimonios cuyas cabezas e iniciales pasaron a la posteridad esculpidos en piedra en la Puerta del Palau de la Catedral de Valencia.

Ferran Vallés Morán
Maestro jubilado

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