Hola, Claudio

Como tantas veces, cuando hablamos salen momentos vividos, y siempre cada uno los recuerda a su manera.

8 de enero de 2020. Me despides de la visita como siempre, con tu sonrisa de complicidad y un leve movimiento de los ojos y la cabeza.Nada de tu lenguaje corporal trasmite inquietud o molestia física. Te recuerdo que en dos días cumples 61 años; te mandaré un whatsapp, te digo, porque el 10 no estoy en Buñol, así que te veré el sábado. Te cojo la mano y me despido, un beso a Flora. Salgo a la fría noche del Castillo, barrio al que desde que vives allí has querido mejorar para sus habitantes, para Buñol.

8 de enero de 1976. Pasamos la noche en la iglesia del pueblo, encerrados con las trabajadoras de las hilaturas. En ese momento están en huelga, una huelga que marca la lucha por la libertad en Buñol. Son días y noches de ajetreo, de lucha y reivindicación política. Te veo acomodado al pie de la imagen/escultura de un Santo, estás recostado sobre un pequeño ángel que mira hacia arriba, con sus ojos abiertos como platos y los cabellos rizados y rubios. Nunca has sido alguien que quiera destacar, como se dice ahora, en liderazgo hacia los demás, has rechazado e incluso despreciado las oportunidades que has tenido. Sin embargo, siempre, siempre, has estado ahí cuando ha hecho falta. Contra la dictadura primero, y luego contra la injusticia social en el movimiento del 15M.

Marzo de 1963, Falla en la calle “Carboneros”. De esto no nos acordamos, ni tú ni yo, pero cada vez que vemos las fotos salen las anécdotas que nos han ido contando. Como tú eras un crío guapo, te sentaba bien el traje de fallero de entonces. En el desfile de ofrenda salíamos de la mano con alguna niña de la calle. Lo nuestro era jugar en la calle de tierra. Luego, cuando la hicieron de hormigón, en las rayas de la cuesta y las cuatro esquinas.

Nochevieja de 2008. En el comedor de tu casa no cabe más gente, el ambiente está festivo, la alegría se dibuja en todas y cada una de las caras de los presentes. Tú y Flora sois el cemento que une a los amigos. La vida de forma natural va distanciando a la gente, según las necesidades vitales de cada cual, pero hay personas, como vosotros, que unís, que convocáis, que vuestra compañía se disfruta, y por eso vuestra convocatoria tiene respuesta. Cenamos y bebemos bien y en abundancia, bailamos los que estamos ahí y los que van viniendo, más amigos y algún familiar. Una Nochevieja inolvidable. Es verdad que luego vendrán otras.

Tomatina 2018. El grupo este año es muy numeroso, se han encargado unos bollos y has hecho tortillas, hay cerveza y vino. La calle es un río de gente, que sube, que baja, que pregunta en todos los idiomas. Ya estás con tu hábito tomatinero (camisa blanca de manga larga, pantalones largos, zapatillas y a veces sombrero), la alegría se contagia, los invitados se lo pasan bomba. La carcasa, hacemos la foto de grupo y salimos, calle Gravina adelante, Carboneros, entramos por Goya cuando pasa el camión. Es tu ruta, tu forma de disfrutar la fiesta, detrás de un camión hasta la plaza, la cuesta de Soriano, la estrechez de la calle Cid, la aglomeración de la plaza, fotos con la cámara de Maribel, tomate por todas partes, agua, queremos agua, risas, muchas risas, tú delante y el grupo siguiendo tus pasos, saltando y lanzando tomates a diestro y siniestro. Es la Tomatina versión Claudio. No concibo participar en la Tomatina de otra manera.

Verano de 1978, Viaje a París. Yo no voy a ir, me lo pierdo. Por entonces París era la libertad de Europa, representaba todo lo que anhelábamos la juventud española. Va mi hermano José con 15 años y Chimo Guarro con 17, tú eres el mayor. Los recuerdos de ese viaje son vuestros relatos, que nos contaréis durante mucho tiempo después.

De cada año de los 61 que acabas de cumplir podemos escribir un relato, contar una anécdota, rememorar una hazaña juntos. La vida es compartir momentos con las personas que nos rodean, y con las que vamos conociendo en esta ruta apasionante. Tú has compartido tu camino con todos o casi todos de los que hemos pasado por él. Eres un ejemplo de amistad sin agobios, de generosidad sin esperar reconocimiento, de fortaleza personal y entereza. Es un privilegio haber andado gran parte del camino en tu compañía, el que nos quede estarás con nosotros. Un abrazo.

Paco Pérez Ferrús

 

Se nos ha ido Claudio. Todo un ejemplo de buen buñolero: trabajador, honesto, preocupado por los suyos, pero sobre todo, buena persona. Gracias a los textos de su blog y a su trabajo de investigación de años y años, AsíesBuñol magazine os ha podido contar sus historias. Unas historias que eran el reflejo de nuestro Buñol de antaño y que nos han permitido conocer cómo era nuestra sociedad hace mucho tiempo. Claudio desde el inicio se sumó a nuestra nómina de colaboradores y era una figura esencial para nosotr@s. Desde la profunda tristeza que nos produce su marcha, queremos mandar un mensaje de condolencia a sus familiares y amigos. No obstante, Claudio no se marchará nunca porque sus historias, las que nos contaba, lo harán eterno. Hasta pronto, Claudio.

asíesbuñol magazine

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