Esta fuente, como expresan mis versos, pasó un tiempo desapercibida para mi inspiración poética, tal vez por encontrarse ubicada en un lugar de paso cotidiano donde la atención se mezcla con el bullicio callejero pero, cierto día, pasé por su lado de madrugada deteniéndome y, como digo en una de las estrofas, me dije, faltas tú en mi poemario; pero lo que la fuente ignoraba, en aquellos momentos, es que un día se recordaría por este medio digital de las nuevas tecnologías…
Tengo el placer de dedicar esta sencilla poesía a mi amiga y compañera de historias compartidas, Chelo Álvarez, la cual siente la misma atracción y afecto por la mencionada fuente.
Fuente de San Venancio
ubicada en el casco urbano,
resplandeciente de hermosura
ofreciéndonos su agua pura.
Bella superviviente
de Buñol y sus fuentes
que no siendo diferentes
desaparecieron con el tiempo
o se secaron casi de repente.
Eres un tesoro de vida
con tu agua tan fresca y cristalina,
tú tan limpia, pintada y cuidada
y por el Santo custodiada.
Es tu agua el mejor manjar
afluente de nuestro manantial
y por San Luis bendecida
¡qué más podemos desear!
Tristemente tengo que reconocer
que de entre mis muchos poemas
dedicados a las fuentes de esta tierra,
sin querer ni darme cuenta te olvidé.
Pero hoy pasando por tu lado
escuché tu voz como un reclamo,
me quedé por un momento pensando
y me dije ¡faltas tú en mi poemario!
Y aquí estoy con mis versos
que perdurarán eternamente,
versos del alma dedicados
a la longevidad de tu fuente.
Fuente de San Venancio
y también de San Luis,
tienes el privilegio como ninguna
porque tu nacimiento y cuna
fueron origen de la mano divina
que los dos Santos pusieron en ti.
Fina Simón.
Pintora y Poetisa.
