A lo largo de 1931 fueron frecuentes los enfrentamientos entre obreros, campesinos y fuerzas de la Guardia Civil en diferentes regiones de España. Algunos de ellos se saldaron con muertes de manifestantes provocadas por la Guardia Civil. Estas situaciones de enfrentamiento hicieron que el gobierno, dispuesto a desembarazarse de la oposición anarquista, detuviera a 120 dirigentes de la CNT y algunos comunistas, como el buñolero Joaquín Masmano, para deportarlos a Guinea.
Las movilizaciones contra las deportaciones prosiguieron durante esos meses de 1932. En este contexto se producirá la jornada del hachazo. El sábado 28 de mayo, en los locales de la CNT, se reúnen la izquierda política y sindicalista, acordando hacer una manifestación para el domingo por las deportaciones. Cuando los manifestantes llegaron a la altura de la antigua carnicería de Guillermo un numeroso grupo de Guardia Civiles les intercepta.
El oficial, Vicente Mora Garuz, que los dirige, pretende arrancarles la bandera. Mientras forcejeaba con los que encabezaban la manifestación, por detrás, un manifestante, que debió coger el hacha de la carnicería porque no iban armados, le golpeó con el hacha el omóplato al oficial, que cayó derrumbado. Inmediatamente comenzaron las descargas de fusil de los guardias civiles y el pánico. La gente huyó escondiéndose donde podía.
Entre otros vecinos, Claudio Zanón y Salvador Roca fueron heridos y este último perdió el ojo. Esteban Tarín Criado, que se asomó por una ventana del antiguo local del Litro para ver lo que pasaba, fue alcanzado por una bala y murió. Manuel Perelló, el autor del hachazo, fue detenido en el barranco de los Mudos. Hubo otros detenidos en la refriega, que terminaron en la cárcel Modelo de Valencia.
Crónica del libro de Manuel de Álamo: Reivindicación de la memoria, crónica de un siglo del movimiento obrero en Buñol y Comarca.
Claudio García Rehués.
Autor del blog bunyul.com
