Hay negocios en los que se tiene trabajo durante todo el año, pero también hay otros que son completamente estacionales. Es el caso de los productos navideños, de los libros de texto para el colegio o, como en el caso que nos ocupa, los productos que están especialmente pensados para la campaña veraniega.

Pero pensar que porque un producto sólo se venda en verano sólo hay que trabajar en esa estación es un profundo error. Si quieres que tus ventas sean altas y positivas, es preciso realizar un trabajo durante todo el año.

Así, si te dedicas a los campamentos de verano, la venta de piscinas de plástico o las escuelas de surf no deberías esperar a que empiece a apretar el calor para empezar a ofrecer tus servicios a los clientes que puedan estar interesados.

El verano empieza en enero

Lo ideal es que empecemos a pensar en la campaña que vamos a realizar para promocionar nuestros productos veraniegos después de enero, una vez que haya terminado la campaña navideña. Tengamos en cuenta que aunque un producto se consuma durante el verano probablemente comience a venderse bastante tiempo antes, y que también hay que dedicar un tiempo a la elaboración de la estrategia.

Unos 6 meses de antelación suelen ser más que suficientes para crear y preparar una campaña. Por lo tanto, si comenzamos en enero probablemente cuando llegue el mes de julio hayamos llegado con los deberes bien hechos y tendremos muchas más posibilidades que nuestro negocio estacional sea rentable como para aguantar otras temporadas más bajas.

De hecho, existen datos que aseguran que en sectores como el del mantenimiento de piscina, el turismo, los campamentos y las residencias para perros, las búsquedas en Internet comienzan a ascender en el mes de enero, por lo que es necesario que nuestra estrategia de marketing digital esté planteada desde entonces.

Mayo, el mes de las ventas

Normalmente, cuando vamos a reservar un viaje, mandar a nuestros hijos de campamento o montar una piscina en casa lo reservamos con bastante antelación. Por lo tanto, aunque julio y agosto sean los meses en los que se consumen habitualmente los productos veraniegos, mayo suele ser el periodo en el que se producen una mayor cantidad de ventas. Es por ello que para entonces nuestra estrategia debe ser lo suficiente madura como para dar sus frutos.

Hay empresas que incluso empiezan a trabajar en sus campañas con un año de antelación, para asegurarse de que en el momento en que empiece el periodo de ventas los clientes potenciales ya conozcan la marca y estén dispuestas a consumirla.

Por lo tanto, no debemos caer en el error de pensar que porque estemos hablando de un producto estacional podemos permitirnos trabajar sólo durante una época del año, ya que las ventas y el marketing digital son una carrera de fondo.

Javier Gázquez.
Experto en marketing ‘on line’.
Fundador de la web ‘blogtimista‘