En el mundo del running, actualmente en pleno auge, podemos encontrar muchos tipos de lesiones. Entre ellas, quiero destacar la “tendinopatía rotuliana”, ya que es una lesión muy típica por el gran impacto que existe. El tendón rotuliano es el que une la parte inferior de la rótula o patela (parte anterior de la rodilla), con la tuberosidad tibial. Este tendón, junto con el tendón del cuádriceps, son los encargados de dar una buena movilidad y, sobre todo una gran estabilidad a la rodilla.
Las personas que sufren este tipo de lesión, cursan con un dolor en la parte inferior de la rótula, y menos frecuente, pero también posible, dolor encima de la rótula. Este dolor viene acompañado de una inflamación. Esta tendinopatía puede ser debida a diferentes causas: gestos bruscos mal realizados, correr en superficies muy duras, como es el caso de correr en asfalto, llevar un calzado y realizar una mala pisada, un acortamiento muscular (isquiotibiales, cuádriceps, gemelos, sóleo, glúteos…), una mala biomecánica de la columna vertebral, sobre todo a nivel lumbar, una mala alineación de los miembros inferiores y, sobre todo, debido a microtraumatismos repetidos en el tiempo, como ocurre muchísimo en el impacto durante el running, produciéndose así la irritación del tendón. Es importante asociar el running con otras actividades deportivas.
El tratamiento variará según el estadío de la tendinopatía, ya que la persona puede presentar una ligera molestia al comenzar la actividad deportiva que durante la misma puede desaparecer y permitir continuar e incluso terminar la actividad, o todo lo contrario, que llegue a una impotencia funcional que impedirá la actividad deportiva.
- Estadío 1: sólo aparece dolor después de la actividad deportiva.
- Estadío 2: dolor durante y después, pero que permite realizar la actividad.
- Estadío 3: dolor durante y después, cada vez con mayor dificultad para lograr el nivel satisfactorio.
- Estadío 4: rotura completa del tendón.
Los fisioterapeutas, podemos hacer nuestro propio diagnóstico fisioterápico y trabajar en equipo con otros profesionales (médicos, traumatólogos…) para ayudar en lo máximo posible al paciente, sabiendo que el diagnóstico de elección es la E.C.O (ecografía muscular). El tratamiento variará en función de la tendinopatía:
- En un primer estadío, durante la actividad deportiva, se puede colocar un vendaje neuromuscular, para dar una mayor estabilidad a la rodilla y además, ayudar a repartir una mejor carga al tendón.
- Recomendar “RICE “, un protocolo que consiste en: Reposo, HIelo, Compresión y Elevación.
- AINES (antiinflamatorios no esteroideos).
- US (ultrasonidos).
- Cyriax o masaje de fricción profundo.
- Estiramientos.
- Fortalecimiento o potenciación de los músculos.
- Propiocepción, parte muy importante en el tratamiento fisioterápico.
- Cuando el dolor persiste y todos los recursos del tratamiento se han agotado, se haría un tratamiento más agresivo, entre ellos infiltraciones en el tendón y cirujía, si existe una rotura del tendón.
Es muy importante que la persona, cuando comience a tener alguno de los síntomas mencionados, que no lo ignore, que no espere a que el dolor se vaya por sí sólo. Esto, lo único que hará, será empeorar la situación, y pasar de una leve inflamación a una mayor irritación por sobreuso, se podría llegar a cronificar e incluso producir una rotura del tendón.
En todos los deportes, pero especialmente en el runing, que es al que me refiero, hay que evitar un sobre entrenamiento, un calentamiento insuficiente, una mala técnica al correr y, sobre todo, hay que realizar estiramientos de todos los músculos relacionados (cuádriceps, isquiotbiales, soleo, gemelos, glúteos, psoas…) al finalizar la actividad.
No crees tu propio protocolo, cada persona es diferente, tus tendones no son iguales que lo míos,. Por lo tanto, no siempre los protocolos son válidos. Pide a tu profesional que te valore, que te aconseje qué puedes hacer fuera de la consulta, ya que la recuperación no es cosa de uno, es cosa de dos.
Gloria Carrascosa Cervera
Fisioterapeuta Colegiada nº1484