Manuel Beltrán Báguena (1895-1966). Médico internista y geriatra.

Lo primero, me gustaría agradecer a María José Báguena Cervellera, sobrina de Manuel Beltrán Báguena, autora del libro “Manuel Beltrán Báguena (1895-1966). Médico internista y geriatra”, el que me haya autorizado para poder utilizar la información de su libro y poder hacer este artículo en nuestra revista asíesbuñol magazine. Vida y obra de una gran persona, don Manuel Beltrán Báguena, muy querido por el pueblo de Buñol.

Manuel Beltrán estuvo casado con Julia Carrascosa Carrascosa, que era de Buñol. Tenían una casa aquí, en la calle Colón (antiguamente se le denominaba “Calle Nueva”). Esta vivienda todavía pertenece a la familia Carrascosa. Además de venir frecuentemente a esta casa, también pasaban largos periodos en la Finca de La Condesa, también propiedad de la famila.

Los terrenos  donde está actualmente el Campo de Fútbol eran de la familia y fueron donados para que se pudiera construir dicho campo, y por ello en su honor lleva su nombre. 

Siempre estaba dispuesto a ayudar a toda persona que le pidió algún favor. 

Que las generaciones posteriores a la mía, que nosotros ya lo conocimos, sepan y comprendan la importancia que tiene la avenida Beltrán Báguena, dedicada a tan excelente médico y mejor persona.

Manuel Beltrán Báguena, nació en Valencia el 1 de octubre de 1895. Nieto e hijo de relojeros, sus padres Manuel y Francisca vivían en la céntrica calle de San Vicente, junto a la calle Cerrajeros, donde se encontraba la relojería de su abuelo materno y trabajaba su padre.

Cursó la primera enseñanza en la Academia de San Fernando y el Bachillerato en el Instituto General y Técnico Luis Vives, en Valencia. Una vez obtenido el título de Bachiller en 1912, realizó el curso preparatorio para comenzar la carrera de medicina. 

Promovió la creación de una sociedad escolar, El Ateneo Escolar de Valencia, de cuya primera junta directiva formó parte como vocal. Constituida en enero de 1913, estaba integrada por estudiantes de todos los centros docentes de segunda enseñanza y de enseñanza superior de Valencia. Entre sus objetivos destacaba la creación de un campo escolar para la realización de ejercicios físicos, del montepío escolar y la celebración de un homenaje al escritor y futuro premio nobel de literatura Jacinto Benavente.

Cursó la carrera de Medicina en la Facultad de Valencia entre 1913 y 1918.

Destacó en las tres asignaturas de patología médica, en las que obtuvo sendas matrículas de honor, siendo el alumno interno por oposición en la cátedra de igual denominación en 1915. Realizó los tres ejercicios para obtener el grado de licenciado en junio de 1918, ante un tribunal formado por el catedrático de enfermedades de la infancia Ramón Gómez Ferrer. Posteriormente alcanzó el grado de doctor en 1925.

En 1919 aprobó las oposiciones a la Beneficiencia y Sanidad de Valencia. 

En 1921 fue nombrado, por concurso, médico jefe de Clínica de la Lucha Antituberculosa en el Dispensario Antituberculoso, dependiente de la Junta Provincial. Gana las oposiciones a profesor auxiliar temporal de patología general de la Facultad de Medicina de Valencia.

En 1923, catedrático interino de patología general, alcanza el grado de Doctor con una tesis sobre metabolimetría de la gestación, en 1925.

Entre 1926-1927 fue miembro de la junta directiva del colegio de Médicos de Valencia, y en 1930, secretario. Profesor auxiliar interino de la Cátedra de Patología General de la Facultad de Medicina de Valencia. Catedrático de Patología General de la Facultad de Medicina de Sevilla.

En 1931, catedrático de Patología Médica de la Facultad de Medicina de Valencia. Vicepresidente del Instituto Médico Valenciano. Miembro de la Junta Provisional de Gobierno de la Universidad de Valencia.

En 1933, es elegido Decano de la Facultad de Medicina de Valencia.

En septiembre de 1936, recién comenzada la Guerra Civil, se abrió un hospital para enfermedades infecciosas en el convento de San Cristóbal de Valencia, que había sido confiscado. Fue nombrado director médico del mismo.

Este centro se vio colapsado por la gran cantidad de enfermos que tuvo que asistir, tanto civiles como milicianos procedentes del frente, afectados sobre todo por infecciones respiratorias como gripe, bronquitis, neumonía y tuberculosis, además de fiebre tifoidea, con motivo de la epidemia que se declaró en la ciudad de Valencia en 1938. Finalmente este hospital fue confiscado por el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social del gobierno republicano.

Tras la Guerra Civil, fue sometido a un expediente de depuración en febrero de 1940 y se le suspendió de empleo y sueldo durante seis meses. Durante este tiempo, en la finca de La Condesa de Buñol, aprovechó para escribir los dos tomos de su obra “Medicina de urgencia”. Lo terminó en agosto de ese año, tal como se indica en la dedicatoria. La sentencia dictada en el mes de septiembre le repuso en su puesto de catedrático y se le impuso como sanción la inhabilitación para cargos directivos de confianza.En 1946 solicita a la Facultad de Medicina impartir un curso de geriatría en las enseñanzas de doctorado. Crea la Cátedra de Geriatría en los estudios de doctorado.

19147-1948. Publicación de la obra “Secciones de geriatría. Enfermedades de la vejez”, redactadas para el curso de doctorado de geriatría.

1948. Creación de la Sección de Estudios Geriátricos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en la Cátedra de Geriatría, bajo la dirección de Beltrán. En la segunda conferencia sobre gerontología, organizada por la Bristish Society for Research on Ageing en Londres, se le reconoce como introductor de la enseñanza de la geriatría en España, la primera nación en el mundo en organizarla. Interviene en el primer cursillo de geriatría, organizado en el Hospital Municipal de Nuestra Señora de la Esperanza de Barcelona. Fundación de la Sociedad Española de Gerontología y Geriatría, presidida por Beltrán. Nombramiento como vocal de la Junta Directiva de la Asociación Internacional de Gerontología (IAG), con motivo de su fundación. Es nombrado vicepresidente de la Real Academia de Medicina de Valencia.

1949. Creación de un dispensario de geriatría, anexo a la Cátedra de Patología Médica y dirigido por Beltrán.  Comienza a impartirse  en la Cátedra de Geriatría cursillos de especialización para enfermeras. Intervención en el ciclo de conferencias organizado por el Departamento de Geriatría y Gerontología del Instituto de Patología Médica de Madrid.

1950. Participó en el I Congreso Internacional de Gerontología en Lieja. Celebración en Barcelona del I Congreso de la Sociedad Española de Gerontología y Geriatría, con Beltrán como Presidente. 

Beltrán Báguena se hace cargo de la dirección del dispensario de Cardiología de la Dirección General de Sanidad en Valencia, unido a la Cátedra de Patología Médica.

1951. Asiste al II Congreso Internacional de Gerontología en Saint Louis, Missouri.

1952. I Reunión Médica de Levante, celebrada en Alicante, en la que Beltrán, junto con otros profesionales médicos, promueve la creación de la Sociedad de Medicina y Cirugía de Levante.

1954. Se celebra en Valencia el II Congreso de la Sociedad Española  de Gerontología y Geriatría con Beltrán como presidente.

1957. Medalla al Mérito de la Fundación Ethel Bobst, otorgada a los siete mejores geriatras del mundo. Primer curso de actualización en geriatría organizado bajo la dirección de Beltrán en su cátedra de Patología Médica.

1959. Asiste en Buenos Aires al I Congreso Americano de Arteriosclerosis. Es nombrado presidente de la Real Academia de Medicina de Valencia. Entre los reconocimientos recibidos por Beltrán, destacaron la Gran Cruz Civil de Sanidad en 1954 y su ingreso en la Orden Civil de Alfonso X El Sabio en 1966. 

El 10 de septiembre, después de comer, se dirigía en automóvil a su casa de Buñol, conducido por su chófer. Antes de llegar se sintió indispuesto, víctima de un infarto de miocardio. Murió en Valencia el 11 de septiembre de 1966. El 18 de octubre del año de su fallecimiento, recibió un homenaje póstumo en el Aula Magna de la Facultad de Medicina. Su hijo, Manuel Beltrán Carrascosa, médico también, leyó la última lección de cátedra que su padre había preparado con motivo de su jubilación.

Gracias a Asunción Álvarez Ballester por regalarme el libro y hacer posible que lo podamos conocer todos.

Consuelo Álvarez Ruiz
Detalles de Buñol

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