Para finalizar la temporada y desearles a todos un feliz verano, subo un poema que me parece bastante apropiado teniendo en cuenta las próximas fechas de Feria y Fiestas, donde la música cobra su majestuosa realeza para deleite de todos, nacidos o no, en esta tierra de singular arte y belleza.
Música
Hoy no hablará mi poesía
de La Armónica ni de La Artística,
de “Litros” ni “Feos”,
sino del arte musical.
Música, dice el diccionario
es el arte de expresar
determinados sentimientos
por medio de sonidos armónicos,
melódicos y rítmicos.
Música, como yo la siento
también es poesía
por medio de dulces notas
que el compositor expresa
de manera sutil y hermosa.
¡Pero cuantas cosas más
se podrían decir de ella!
Es el lenguaje universal
que une pueblos y provincias,
colores, razas, y hasta se dice
que las fieras amansa.
¡Qué legado musical nos dejaron
aquellos grandes genios!
desde el Barroco al Clasicismo
pero hoy nos detendremos
en la era del Romanticismo.
Por ello es justo y necesario
citar para mi gusto personal
a Wolfgang Amadeus Mozart,
Fran Schuber, Brams
y como colofón el Sordo Genial,
Ludwig van Beethoven.
Su música atormentada
conflictiva y llena de claridades
fue un poderoso estímulo
para todos los sectores.
Y de las anteriores épocas
y posteriores ¡ya ni hablemos!,
son todos y cada uno de ellos
los que con sonatas y sinfonías
llenaron el mundo de melodías.
¡Y no puedo terminar mi exposición
de esta semblanza musical,
sin citar a las gentes de Buñol
como musicólogos entendidos
que a todos los Conciertos acudimos,
porque tenemos en ellos amigos,
conocidos y familiares
aunque el calor de los aplausos
impidan siempre escuchar
los últimos compases!
Fina Simón.
Pintora y Poetisa.