No solo bandas

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En Buñol no hemos tenido solamente dos Sociedades Musicales, hemos tenido decenas. A día de hoy hay varias, pero estas sociedades no cuentan con socios que pagan una cuota mensual, ni cuentan con una gran masa social que las apoyan atávicamente, ni poseen grandes espacios propios para sus actuaciones y eventos. Son pequeñas sociedades, de cuatro, cinco, seis personas, (generalmente sin formación académica) que desarrollan una labor musical y cultural impresionante. Se las conoce como Grupos de Rock, aunque su variedad estilística va mucho más allá de un solo estilo.

En los últimos 50 años hemos tenido más de 100 de estas “Sociedades Musicales”, y la mayor parte de ellas solo perviven en la memoria de un pequeño segmento de la población. Más allá de las primeras verbenas (Orquesta Harlem, Nuevo Amanecer, etc.), que comenzaron a sustituir en “Los Bailes” a los músicos de las bandas, empiezan a aparecer híbridos que se diferencian de éstas solamente en la elección de las canciones, que reflejan un gusto más o menos propio, y no solamente se basan en el gusto del público (que en muchas ocasiones también coincide), como por ejemplo “Los Radars”, “Los Juglares” y “Los Mongols”. Estamos hablando de los años 50 y 60.

Ya en los años 70 aparecen los primeros grupos que componen su propia música, como “Avena”, “Pililas da Metro”, etc. En los años 80, simultáneamente a la eclosión de “La Movida”, aparecen en Buñol una cantidad ingente de Grupos, que tocan muchos estilos, de vida más larga o más corta, pero al fin y al cabo proyectos musicales independientes y originales, como “Las Cebras”, “Noli me Tangere”, “Polo de Chorizo” o “La Estación”, entre otras. Y en el panorama del Metal, bastante al margen de “La Movida” y con raíces más antiguas, los “Pililas da Metro” pasan a ser “Atila” (con contrato discográfico y todo), “Kadath” y muchos más.
En los 90 se crea el primer Club de Rock en Buñol, y grupos como “The End”, “Txamaracana”, “Rey Lagarto” y los míticos “El Púlper”, entre muchos otros, ensayan en la Radio Vieja y otros antros. El final de los noventa y principios del nuevo milenio cambia a un estilo más Punk Rocker, pero la ilusión y la originalidad siguen a tope. Los “Chorra n’ Rock” empiezan a maquetar y grabar, y más tarde se llamarán “Malsujeto”, nacen los inolvidables “Glóbulos Rojos” y “Jalaka” y posteriormente “La Rekua”, “La 13/Katorze” (con disco a día de hoy) e incluso un grupo de chicas: “De Drops”.

No tengo sitio para citar a todos los grupos, ya que la lista es enorme, pero en este espacio de esta iniciativa en forma de revista, mes a mes, hablaremos de todas estas “Sociedades”, para poner rostro a todo el arte musical que ha existido en Buñol fuera de las academias.

Enrique Hernández Pérez.
Músico multidisciplinar.

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