El castillo de fuegos artificiales puso el broche de oro a unas fiestas en las que ha habido mucha participación
Desde el primer día ya se vio que los vecinos y vecinas de Buñol tenían ganas de fiesta, a pesar de que este año se metían en septiembre. A vista de pájaro en la calle del Cid y la Plaza del Pueblo, una marea humana disfrutaba, se reunía y se divertía en unas fiestas que han sido multitudinarias.
El primer viernes, con la “Xaranga, Los Xinos” ya se puso de manifiesto que estas fiestas iban a ser muy participativas. La “Tomatina” Infantil del sábado sigue consolidándose entre los más pequeños. Ya el domingo, la “Fiesta del Mantón”, un pilar básico de los festejos, congregó a muchísima gente, tanto dentro de la fiesta como en las calles presenciándola.
El lunes, se ha consolidado más que nunca el concurso de paellas, así como la fiesta del barro que cada año gana más adeptos. Este año el segundo concurso de charangas, precedía a una gran “Tomatina”, en la que casi 400 personas han velado por la seguridad de una fiesta, en la que se ha reivindicado la lucha contra la violencia de género y contra la homofobia. Sin duda, una cita que año a año, se supera tanto en organización como en seguridad. El mismo miércoles por la noche, “Loquillo” puso el broche de oro a un día, que terminó a ritmo de rock and roll.
El jueves, el día del patrón “San Luis Bertrán”, que tuvo como novedad una pequeña ofrenda por la mañana y la tradicional procesión por la tarde, en la que los vecinos y vecinas acompañaron a nuestro “amarillico”. El viernes, fue turno para el deporte y para la I Carrera “Raquel Lavilla Villar”, todo un éxito de participación y de organización, con la colaboración del C.A. Correores de la localidad.
Ya el sábado, la otra fiesta pilar de Buñol. La fiesta de “El Litro”. Calurosa y multitudinaria ofrenda por la mañana y divertidísima y colorida cabalgata por la tarde. Y el domingo, otro de los días grandes, el de la Reina de la Feria y Fiestas, Mireia Pastor Lorente. Por la mañana, “Día de las Músicas”, con concurso de pasacalle incluido, que este año ha ganado la Unión Musical de Yátova. Y por la tarde, cabalgata de flores en la que brilló con luz propia, la máxima representante de la localidad.
Finalmente, el lunes, el santo de nuevo a la ermita de San Luis y a pedirle que en las próximas fiestas nos proteja igual que ha hecho este año. Los fuegos artificiales ponen el punto final a unas fiestas grandiosas.
