¿Qué es la ciática?

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A lo largo de la vida prácticamente el 100% de la población ha sufrido un episodio de dolor en la zona baja de la espalda, ya sea por cargar más peso del que nos corresponde, por malas posturas, enfriamiento… pero, ¿es ciática lo que sufrimos? Probablemente no.

La ciática se define como el conjunto de síntomas de dolor de pierna (posiblemente de hormigueo, adormecimiento o debilidad) que empiezan en la parte inferior de la espalda y pasan por los glúteos, continúan todo el recorrido del nervio ciático mayor hasta la parte posterior de la rodilla, y de ahí se ramifican hasta el pie por la cara interna o externa de la pierna.

El dolor de ciática es de origen nervioso, por lo tanto va a ser constante en una nalga o pierna (muy rara vez puede aparecer en las dos), mucho más agudo al sentarse o con el reposo, mejora al salir a caminar, produce sensación de quemazón u hormigueo que baja hasta el pie, dificultad al inicio del movimiento…

Si te identificas con estos síntomas probablemente tienes o has sufrido un episodio de dolor ciático, pero, sin embargo, si solo tienes molestias en la espalda y zona de gluteos posiblemente no exista afectación del nervio y solo sea una lumbalgia. Lo importante ante cualquier situación de este tipo es acudir al médico para que pueda realizar un diagnóstico y comenzar un tratamiento.

El tratamiento incluye varios aspectos:

– Tratamiento médico: medicación para disminuir los síntomas. Es importante seguir las indicaciones porque si el problema se agrava puede llegar a ser quirúrgico.
– Tratamiento de fisioterapia: mediante terapia manual, electroterapia, estiramientos, movilización neuromeningea… se busca disminuir la compresión en todo el recorrido del nervio.
– Actividades en casa: se necesita la implicación del paciente para conseguir con la mayor brevedad la desaparición del dolor. Por ello, se debe evitar el reposo (realizar pequeños paseos varias veces al día), no cargar pesos grandes, realizar los ejercicios (ya sean de estiramiento de las zonas contracturadas, fortalecimiento de musculatura débil…), cuidar la alimentación (se debe prevenir el estreñimiento para que no haya aumento de presión abdominal) y muchas otras pautas que van a depender del estado de cada paciente.

Este tratamiento tiene como objetivo  disminuir todos los síntomas y conseguir que el paciente no tenga dolor, pero es igual de importante llegar a conocer cual ha sido la causa. Las 6 más frecuente son: hernia discal, disminución del canal medular (estenosis de canal), degeneración discal, síndrome del piramidal, espodilolistesis (que una vértebra se adelante sobre otra) y disfunción de la articulación sacroiliaca.

En conclusión, es necesario seguir las pautas de los profesionales sanitarios ante una patología y cumplir tu parte de trabajo en casa, es la única forma de que un tratamiento funcione. No deben hacerlo todo por  ti, ¡tú tienes tu parte de responsabilidad!

Regina Bori Zanón.
Fisioterapeuta Colegiada nº3834.

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