¿Qué hay detrás de una buena impresión?

Debido a la gran cantidad de requisitos que ha de tener una buena impresora para cubrir las diversas demandas de los diferentes grupos de clientes, los fabricantes han trabajado duro para conseguir atender dicha demanda sin llegar a disminuir la calidad de impresión.

Por ello, una impresora no es solo un diseño exterior bonito ni una máquina con una veloz impresión, sino que abarca tras de sí un amplio mundo tecnológico ara que la combinación de varios elementos dé lugar a un resultado óptimo.

Una tinta perfecta para una imagen de calidad

Uno de los factores que intervienen en una buena calidad de impresión es el perfecto desarrollo de la tinta. Para conseguir esto, un grupo de expertos hacen pruebas con los colores, las ilusiones ópticas y el puntillismo, para obtener hasta el más mínimo detalle y hacer que la imagen parezca viva.

Un taller lleno de colores

Una famosa empresa fabricante de impresoras y cartuchos de impresión, además de muchos otros accesorios relacionados, posee 92 recetas únicas de tintas no mezcladas entre sí para conseguir unos excelentes resultados en fotos, documentos, diseños, etcétera. También desarrolla multitud de prototipos propios, alcanzando los mil para la obtención de un perfecto sistema de tinta.

Con ello han logrado conseguir esta calidad tras años de desarrollo e investigación probando sus fórmulas con exigentes pruebas de resistencia para evitar manchas, prevenir la desaparición de la tinta y lograr un rápido tiempo de secado, entre otras múltiples funciones.

¡Cambia la tinta sin mancharte!

En la actualidad, cambiar la tinta de una impresora no es tan complicado como hace solo unos pocos años atrás, esta labor puede hacerse sin ensuciar en absoluto. El proceso es tan sencillo como abrir el tanque y encajar los cartuchos cuando los niveles de tinta sean escasos. Para ver estos niveles, muchos de estos cartuchos son transparentes y solo basta con mirar para ver por dónde llega la tinta. Así de fácil.

Además, hoy en día, existen cartuchos compatibles con multitud de impresoras, por lo que encontrarlos es una tarea más accesible y barata que tan solo tener la opción de que sean de la misma marca que la impresora.

Algunas grandes marcas disponen de recargas sin derrames, en los que la impresora llega a alcanzar una velocidad que equivale a los 50 kilómetros por hora, con un sistema que manda órdenes a sus cabezales lanzando diminutas gotas de tinta.

Un proceso cada día más elaborado en pos de la mejor calidad

Detrás de cada gota hay todo un grupo de científicos que han investigado para conseguir la mejor fórmula en combinación de colores se obtengan impresiones cada vez más reales, y para que la impresión alcance una mayor velocidad y el tiempo de espera sea menor. Y todo ello, sin renunciar a la calidad.

De forma que si algo queda claro es que los profesionales llevan trabajando duro para que la impresión a día de hoy roce en algunos casos el nivel de la perfección.

Javier Gázquez.
Experto en marketing ‘on line’.
Fundador de la web ‘blogtimista

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