El reloj de la infanta

n16 historia reloj

Todo gran acontecimiento, sea este bueno o malo, esconde pequeñas historias que pasan desapercibidas, o a un segundo plano, ensombradas, obviamente, por la magnitud del acontecimiento del que forman parte.
La anécdota que nos ocupa hoy es (o fue) el sorteo de un reloj. El acontecimiento que la ensombreció fue la catástrofe del 4 de agosto de 1911.

Ese día, y tras haber estado durante años horadando en la montaña para conseguir algo de espacio añadido a unas paupérrimas viviendas, se derrumbaron las casas del Huerto del Castillo de Buñol, desplomándose sobre la calle Palafox, causando muertos y heridos, además de dejar a esas familias sin un techo que les cobijara.

La magnitud de la catástrofe hizo que el Alcalde de la Villa –Joaquín Estellés García– recurriera a cualquier alternativa para ayudar a los afectados. Apenas tres días después, el 7 de agosto, escribió una carta a “Su Alteza Real la Infanta Isabel”, suplicándole enviara algún objeto para destinarlo a las tómbolas o rifas, con las que obtener ayuda económica para aliviar a los damnificados.

El 11 de septiembre de 1911 Alonso Coello, secretario particular de la Infanta Mª Isabel, comunicó al Alcalde que enviaba un objeto: una guarnición de reloj. El Ayuntamiento lo recibió el 17 de septiembre.

Para la rifa se hicieron dos mil números que se vendieron hasta el “día de la lotería”, el 22 de diciembre, del año siguiente, 1912.

El sorteo del reloj, los candelabros y busto (componentes de la guarnición de reloj), se celebró en la Casa Consistorial y se levantó acta del mismo. En dicha acta se da cuenta de 497 pesetas y 43 céntimos y 2.000 números. De los cuales quedaba en existencias 17 pesetas y 25 céntimos y 52 números. Se propuso, y se acordó por unanimidad y con la aprobación de los damnificados, que las 17,25 pesetas se repartieran entre los empleados del municipio que habían realizado trabajos para la catástrofe y que los 52 números no vendidos se inutilizaran extrayéndolos del sorteo.

Los restantes 1.948 números se metieron en un saco, fueron removidos y metiendo la mano un niño del  vecino Casimiro Marzo Hernández, llamado Julián Marzo, sacó el número 1.320, que lo poseía el vecino Francisco Pastor García. Inmediatamente le fueron entregados a Francisco Pastor el reloj candelabro y busto, dándose el acto por terminado.

Alicia Hernández Carrascosa.
Buñolera.

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