¡Salvemos el planeta!

«La risa es el lenguaje del alma».
Pablo Neruda.

«… RNE, boletín de noticias de las 8 de la mañana. Alarmante ascenso del índice de meteorismo entre la población mundial, con sus graves consecuencias para el cambio climático. La OMS ante el agotamiento del medicamento NMP (No Más Pedogás), el único remedio efectivo encontrado hasta el momento, y la atmósfera cada vez peor, sugiere, a la población en general, abstenerse de comer. Es la única solución para salvar el Planeta. Morir por inanición es un acto de Amor. ¡Salvemos el Planeta!».

Microrrelato inédito dedicado con todo mi amor a las y los lectores de esta revista mensual.

Espero haberos arrancado, al menos, una sonrisa; el tema lo requiere, ja, ja, ja…, pues, en cierto modo, debido a los alimentos adulterados, a los transgénicos, el aire contaminado que respiramos, el estrés y otros factores, una gran parte de la población mundial padece de hinchazón de abdomen y meteorismo, con la consiguiente producción de dióxido de carbono (desde un 10 aun 30%), como sabéis, uno de los gases principales causantes del efecto invernadero.

En el siglo IV a.C. Hipócrates, «el padre de la medicina», dijo que: «Somos lo que comemos», y añadiría: «Y cómo lo comemos». Tan importante es el estado de ánimo como el mismo alimento. Un alimento, por muy sano que sea, acompañado de ira, se convierte en un veneno, por citar un ejemplo. Por el contrario, si lo acompañamos de alegría, buen humor, buena conversación… entonces es un regalo para el cuerpo, una auténtica medicina. Ser consciente de cómo nos encontramos cuando vayamos a ingerir alimentos es fundamental. Si no hay buenas emociones, mejor no tomarlos y esperar a disiparlas. La respiración consciente y profunda es de gran ayuda.

Hoy en día, un gran número de personas, es conocedora de la sabia premisa de Hipócrates, y se cuida y cuida su alimentación, lo cual es muy loable y necesario, aunque, a veces, se llega a la obsesión por comer «sano», siendo víctimas de la ortorexia (término acuñado por el doctor estadounidense Steven Bratman) y sus dramáticas consecuencias de desnutrición e incluso la muerte. Como todo en la vida, en el término medio está la virtud. Y, afortunadamente, tenemos a expertos dietistas nutricionistas que pueden ayudarnos a mejorar la calidad de vida y prevenir enfermedades. Aprender a comer bien es, sin duda, una asignatura pendiente para muchos de nosotros. No valen las reglas generales, cada ser humano es único y por lo tanto su alimentación deberá adaptarse a sus necesidades para obtener las correspondientes cantidades de energía y nutrientes esenciales y con ello mantener su organismo sano.

Hace años descubrí al doctor Peter J. D’Adamo y su libro Los grupos sanguíneos y la alimentación, un libro extraordinario, una auténtica joya, pues es increíble hasta qué punto es certero y eficiente, y hasta qué punto me ayudó a conocerme un poco más. 

Espero que os cuidéis, que acompañéis los alimentos de Amor, que toméis por lo menos una pildorilla de risa al día, y que ayudéis al Planeta evitando el meteorismo incontrolado y, si es necesario, ¡morid por inanición! Ja, ja, ja… ¡Feliz marzo y un besazo de Luz enorme!

Emi Zanón Simón
Escritora

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