Un cuento de Navidad y un hasta pronto

Una de las obras literarias que seguro que nos vienen a la mente si pensamos en estas próximas fechas navideñas, conocida por todos, es el Cuento de Navidad del escritor inglés Charles Dickens. 

En este breve relato al avaro y solitario Scrooge se le aparecen tres espíritus que le llevan a visitar distintas escenas navideñas. El fantasma de las Navidades pasadas, que lo lleva a visitar las fiestas navideñas de su infancia, el de las Navidades presentes le muestra estas mismas fiestas, pero vividas por otras personas y en distintos lugares, y finalmente en un giro negro y trágico el fantasma de las Navidades futuras le muestra un día de Navidad la tumba abandonada de un hombre al que nadie quería por ser un cruel acreedor, que resulta ser el mismo Scrooge. Finalmente, el hombre despierta y descubre que ha pasado solo una noche, que es la mañana de Navidad y decide cambiar y convertirse en un hombre amable y generoso, que se dispone a volver a relacionarse socialmente con sus allegados y a intentar hacer felices a todos.

Nosotras amamos la literatura y no necesitamos de ninguno de los tres fantasmas del clásico dickensiano para reconciliarnos con ella, ni tampoco esperamos un futuro negro para esta como muestra el espíritu en el cuento, pero nos ha parecido una excusa perfecta para que hagamos una reflexión literaria, tanto sobre la literatura pasada, como de la presente y de la futura.

Emulando en primer lugar al espíritu de las Navidades pasadas, todos tenemos uno o varios libros que nos marcaron, que nos hicieron darnos cuenta de cuánto nos gusta leer al mismo tiempo que descubrir que la literatura te lleva allá donde nadie más puede. Para nosotras esta lista es inmensa y aquí no tendría sentido dar un listado de todos ellos pero nos gustaría destacar, entre otros las aventuras de Astérix, Los escarabajos vuelan al amanecer, de María Gripe, las fantásticas historias de Roald Dahl como Las Brujas, Matilda o Charlie y la Fábrica de Chocolate, así como la divertida obra de Gerald Durrell, Mi familia y otros animales.

Después nos volvemos al presente para quedarnos con aquello que leemos ahora, para nosotras este ha sido un año de lecturas feministas, nos encantó Morder la manzana, de Leticia Dolera, de volver a los clásicos con obras como Zorba el Griego o Cumbres Borrascosas, y de hacer un repaso por las películas premiadas en los Óscars que se inspiraban en libros, como la magnífica obra de André Aciman Call me by your name, o Victoria y Abdul de la india Shrabani Basu.

En último lugar, y queriendo seguir los pasos del fantasma de las Navidades futuras pero con una visión más optimista, siempre estamos esperando que haya futuras lecturas que nos atrapen, grandes obras aún sin publicar que nos marquen y fantásticos autores que descubrir, por ello tenemos siempre una larga lista de lecturas que estamos deseando abordar, como por ejemplo las últimas novelas de Joel Dicker o de Haruki Murakami, el loco El Gran Libro de los Perros, o la obra póstuma de Ricardo Piglia, Los casos del comisario Croce.

Y ahora aprovechamos esta reflexión sobre el futuro para enlazar con un hasta luego a vosotros, nuestros lectores, y es que vamos a dejar de aparecer por aquí todos los meses, no podíamos dejar de despedirnos de esta sección, fija desde que empezó la revista, y a la que tenemos muchísimo cariño pero que de momento no podemos atender como quisiéramos. No obstante, esta sección no desaparecerá, sino que se reconvierte en un apartado dentro de la difusión lectora que realiza la biblioteca y estamos seguras de que desde allí lo harán maravillosamente.

A nosotras por nuestro lado, nos seguiréis leyendo por aquí, aunque será menos periódicamente, y estaremos encantadas de seguir difundiendo literatura y trayendo todo tipo de recomendaciones. Un fuerte abrazo y ¡gracias!

Beatriz Ginés Fuster
Licenciada en Hª del Arte

Amparo Gómez Pérez
Licenciada en Humanidades

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