Un poco de ficción para sobrellevar la “nueva” (a)normalidad

Hola de nuevo, amig@s seriéfil@s. Nos volvemos a encontrar en este espacio mucho tiempo después. En esta ocasión, y dadas las circunstancias en las que nos encontramos, os invito a visitar algunos títulos que harán que eso que han venido a llamar “la nueva normalidad” sea algo más soportable, teniendo en cuenta las restricciones –cuando no suspensiones– que a día de hoy todavía tenemos en materia de ocio, con suspensiones de fiestas, conciertos y eventos multitudinarios que casi te obligan a quedarte en casa para morir de aburrimiento. Como no quiero eso para vosotr@s, vengo para recomendaros varias series de muy diversa temática para que disfrutéis viendo ficción de la buena en estos extraños tiempos de distanciamiento social, miedos e incertidumbres. Me he centrado en series que se estrenaron el año pasado, o incluso que llevan ya varias temporadas en marcha. No soy de los que se agobian con eso de estar a la última, y aunque me consta que este 2020 nos ha traído buenos estrenos, prefiero ir descubriéndolos a mi ritmo y sin prisas. Ya os avanzo que lo que aquí recomiendo es lo más top que he visto en el último año. 

Empiezo por un par de títulos que podéis encontrar en HBO España. El primero de ellos, Euphoria, ha sido uno de los grandes éxitos y sorpresas que se estrenaron el año pasado. La prota, Zendaya, que ha sorprendido por su excelsa interpretación alejada de esa imagen infantil de su paso por las series de Disney, se marca un papelón de joven adolescente drogadicta, aquejada de problemas mentales y socialmente inadaptada, cuya sola actuación es motivo suficiente para ver los 8 episodios que conforman esta 1ª temporada. Esta serie, que no escatima en escenas explícitamente duras de sexo, violencia y drogas, que relata con suma crudeza, refleja en su conjunto muchos de los problemas que afectan a buena parte de la generación actual de adolescentes: ciberacoso, violencia machista, falta de autoestima, soledad, desmotivación general, salud mental, adicciones, inseguridades y falta de perspectivas. Es muy recomendable para chavalxs de entre 17-20 años y, cómo no, para el resto de adultos. Se espera una nueva temporada, que ya debe esforzarse para superar a esta primera. 

En segundo lugar, pero no menos recomendable, os propongo la adaptación del comic de Alan Moore, Watchmen. Una serie que era muy esperada, no solo para los fans del cómic, sino por todos los que vimos ese peliculón de Zack Snyder en 2009 que llevó magistralmente a la gran pantalla. Había muchas ganas de ver cómo se encuadraba todo esto en una serie, pero como escogieron a uno de los mejores creadores de todo esto, como es Damon Lindelof (The leftovers), el éxito estaba prácticamente asegurado de antemano. Pero claro, había que verla antes. Y no defraudó. La serie toma varios elementos del cómic, pero no se obsesiona con ser demasiado fiel a este. Lo encuadra en un futuro más o menos actual, bastante después de la línea temporal original y lo reviste con problemáticas que hoy siguen sonando muy actuales pero que llevan demasiado tiempo sin resolverse. Añade nuevos personajes y reconvierte a algunos de los clásicos, y todo ello en un tour de force que te lleva por el espacio y el tiempo durante 9 episodios que son una maravilla. Hay caras conocidas como Jeremy Irons, o Don Johnson –nuestro Sonny Crocket del clásico ochentero “Corrupción en Miami–, aunque la que brilla verdaderamente es quizá una de las actrices de la ficción estadounidense más en forma, Regina King. Con ella, cualquier calificativo se queda corto. El papel de Sister Night simplemente lo borda. No os quiero contar nada más, porque quiero que la veáis. Os advierto que no es una serie de superhéroes al uso. Es muchísimo más,  por eso cometeríais un delito si no la vierais. Ahí lo dejo. 

A continuación os voy a hablar de un par de títulos originales de la plataforma Amazon Prime Vídeo que me han sorprendido y con las que he disfrutado mucho. La primera de ellas cerró el año pasado después de 4 temporadas (a día de hoy yo solo he visto las dos primeras) pero me valen para recomendaros una verdadera joya llamada El hombre en el castillo. Una adaptación de una novela
–con idéntico nombre– de Philip K. Dick, ya merece nuestra atención. Si además, se trata de adaptar una ucronía (género literario que se caracteriza porque la trama transcurre en un mundo desarrollado a partir de un punto en el pasado en el que algún acontecimiento sucedió de forma diferente a como ocurrió en realidad) que sitúa la trama en un 1962 alternativo en el que nazis y japoneses resultaron vencedores de la II Guerra Mundial y en el que se han repartido EE.UU. entre las dos potencias, la cosa se pone muy, muy atractiva. Esta serie combina como ninguna de las que haya visto anteriormente el espionaje, la ciencia ficción y el drama con una bestial fotografía y una extraordinaria ambientación hipotética de lo que pudo haber sido EE.UU. caso de haber ganado la gran guerra el Tercer Reich. Con un reparto coral que gira sobre el personaje de Juliana Crain –interpretado muy bien por Alexa Davalos– y a falta de que un servidor vea las dos últimas temporadas, me arriesgo a recomendarla, especialmente a aquellas personas capaces de imaginar qué futuro pudimos haber tenido en la historia de haber sucedido las cosas de modo diferente. Lo peor es que hoy, ese mundo tampoco es tan difícil de imaginar, a tenor de cómo van algunas cosas.  En cualquier caso, no os la perdáis. 

La segunda de este pack es uno de esos estrenos de 2019 que por fin se materializó después de una década de idas y venidas. Pero valió la pena esperar; Carnival Row es, en todos los aspectos, una serie destinada a hacer en los próximos años las delicias de los que amamos la ficción. Una serie que te atrapa dejándote con un monazo enorme en solo 8 episodios, es algo que, por desgracia, no se ve últimamente, en parte por la desmesurada producción de títulos para la también desmesurada demanda del género de la ficción televisiva. Esta serie tiene la gran virtud de conjugar un perfecto y cuidadísimo diseño de producción, con una trama que combina lo político, lo social, el drama romántico, el thriller y la fantasía, en dosis exactas para que devores los capítulos como si fuera el mejor de los manjares. Y es que una historia de amor, encuadrada en una fantasía victoriana, entre dos especies distintas, un humano y una hada, unos brutales asesinatos en serie sin resolver, intrigas políticas, refugiados (hadas, faunos y otros seres fantásticos) y un racismo inusitado que está al límite de la guerra social, no pueden sino dejarte pegado al TV sin pestañear. La serie narra problemas de rabiosa actualidad desde una perspectiva fantástica impregnándolos de un realismo que hace que no solo entretenga sino que te haga reflexionar sobre buena parte de las situaciones horribles que a día de hoy siguen sucediendo a nuestro alrededor. Y eso, en una serie fantástica de época tiene un valor incalculable. Espero con ansia el estreno de su segunda temporada –según se dice para este verano– porque amig@s, es de lo mejorcito que he visto en mucho tiempo. Os molara MU-CHO. 

Y para acabar os dejo por aquí dos más que encontraréis en este caso en Netflix, que nada tienen que ver con las anteriores. Son 2 comedias cuyo único nexo en común es que están protagonizadas mayoritariamente por chicas, que están ambientadas en las últimas décadas del siglo pasado y que cuentan con episodios de entre 25-35 minutos. Empiezo con Glow, una comedia no exenta de momentos dramáticos situada en los 80, donde una actriz fracasada acaba en un casting de mujeres para realizar un show televisivo de lucha libre femenina, que acaba convirtiéndose en realidad. El papel de Ruth, que interpreta magistralmente Alison Brie, es sencillamente genial, ofreciendo a partes iguales momentos realmente divertidos y otros extremadamente dramáticos.  Y es precisamente esa dualidad, combinada con un revival genuinamente ochentero, la que hace de Glow una verdadera maravilla, casi única en su género. La premisa puede parecer muy friki e inverosímil, pero acaba siendo una oda a la amistad, la sororidad entre mujeres y cómo enfrentan problemas individuales de forma colectiva, en un mundo –el del wrestling– mayoritariamente masculino. El elenco de compañeras de Ruth en el show de lucha libre recoge algunos de los estereotipos de mujeres (la rara, la india, la negra, la china, la buenorra, la lesbiana…), donde cada una de ellas tienen un peso y una carga social y dramática que hacen que a la trama no le falte de nada.  Tiene 3 temporadas y Netflix ha anunciado una 4º y última que  cerrará una serie que no te defraudará. 

Por último quiero hablaros de una de las series con las que más me he reído desde hace años. Se trata de Derry Girls, una producción irlandesa que distribuye Netflix que cuenta con 2 temporadas cortas –solo 6 episodios cada una– con sus también episodios cortitos, pero con los que pasé los peores días del confinamiento partiéndome de risa. Y es que realizar una comedia sobre 4 chicas adolescentes de familia obrera que estudian en un colegio de monjas, situada en los primeros 90s en una Irlanda del Norte en pleno conflicto bélico con el IRA de por medio, con una puesta escena y ambientación brutales, con imágenes de archivo, que sea capaz de reírse de sí misma en un momento histórico que de cómico no tuvo nada, no es algo nada fácil de conseguir. 

Quizá podríamos aprender un poco de ellos, para empezar a superar algo que algunos se empeñan en perpetuar para seguir sacando rédito político de las víctimas de los conflictos armados. Derry Girls tiene algo que hace que saltes constantemente del sofá a carcajadas sin dejarte descansar ni un minuto. Cada una de las actrices es inmensa en su rol. Destaca quizás, por su papel algo más preponderante, la joven Saoirse-Monica Jackson y su familia absolutamente desternillante, y el papel del único chico del grupo, que resulta que es inglés. No os digo más. A los que vivimos esos noventa siendo también adolescentes os va a encantar, porque la banda sonora y la estética os va a hacer viajar a aquella época que aquí fue maravillosa, pero donde en otros sitios, como Irlanda, había que convivir muchas veces con el ejército apostado en las calles de tu pueblo/ciudad. Me quedo con ese enorme final de la segunda temporada –ojalá llegue una tercera– del que deberíamos aprender, para aprender a convivir sin el odio, sin el rencor y con el único objetivo de la hermandad entre pueblos. Se que ya me repito pero de verdad, no os la perdáis. Os va a flipar y vais disfrutar mucho, que al final es de lo que se trata.  

Y hasta aquí hoy. Nos vemos en el próximo episodio.

Jose Guerrero Moliner
aFICCIONado

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