El verbo arrempujar

Presente indicativo: yo arrempujo, tu arrempujas… ellas arrempujan

n14 arrempujar

Todo Domingo de Pascua que, como sabéis, se celebra el primer domingo después de luna llena tras el Equinoccio de primavera, es elegido como una de las fiestas mayores de los países de tradición católica. Las formas de celebrarlo son diferentes, aunque se combina la tradición de los huevos de Pascua (palabra proveniente del hebreo que significa “paso”) con la procesión del Encuentro el Domingo de Resurrección.

En Buñol no solo nos destacamos por tener la fiesta más internacional, única y diferente que nos coloca en todas las portadas de la prensa mundial “La Tomatina”, sino que además somos de los únicos pueblos anti-taurinos contrastando mucho con la política llevada por la Genelaritat Valenciana. Además, celebramos esa mañana con una procesión del Encuentro muy diferente a las realizadas en otras localidades, haciéndola única, exclusiva, y con la necesidad de protegerla como bien de interés turístico inmaterial. Hablamos del “Arrempujon” (vocablo buñolero que denomina a la acción de empujar de una multitud de personas de forma festiva).

Esta forma de festejar para unos la resurrección de Jesús, para otros de celebrar la llegada de la primavera, el encuentro con amigos y familia, y brindar a posteriori en el obligado almuerzo de la mañanica de Pascua es ancestral. No conocemos su inicio y costumbre, pero los más mayores del pueblo ya lo conocían, junto con otras celebraciones que se han perdido como “El Entierro de la Sardina”, “El niño de la bola” o “El Candilejo”. Esta tradición ahora renovada de ímpetu y participación popular, tuvo momentos en los que peligró su subsistencia.

Es aquí donde quiero recordar la labor de personas que sin ser muy católicas o devotas, incluso algunos muy ateos, con su trabajo y dedicación han hecho que esta tradición perdure y gane adeptos año tras año, con una importante presencia de las cuadrillas de mujeres. Sin duda Vicente Hernández “Tio Churro”, la familia de Samuel García “Saymi”, y la reunión anual de mis primos de Castellón hijos y nietos  de César Carrascosa “Coco”, y últimamente la presencia de Rafa Corachán,  ha servido a cubrir esas horas bajas y para que ahora podamos tener un papel secundario más tranquilo y sosegado para hacer las “paradas” (muro de personas entrelazadas por los brazos de pared a pared por las calles antiguas que intenta contener a la masa que empuja con tesón). Sea cual sea tu devoción, ideologíao creencia, el Domingo de Pascua tienes una cita única para celebrar que estás vivo. Se llama “Arrempujón”.

José Luis Carrascosa García.
Licenciado en derecho. Autónomo.

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