Vivir en San Rafael

Transcurría la década de los 70 cuando llegamos, decididos a vivir en este querido Barrio Obrero de San Rafael. Recién casados y con un montón de proyectos que venían avalados por muchos motivos, principalmente por nuestro nuevo estado civil, que conllevaba una emancipación de nuestras familias, a la vez que el principio de una nueva vida para nosotros.

Para quienes lo desconozcan, decir que el Barrio San Rafael lo mandó a construir la Compañía Valenciana de Cementos para sus obreros. De ahí su nombre de Barrio Obrero San Rafael. 

En el año 1974 fue cuando llegamos nosotros. Entonces el barrio se encontraba prácticamente desierto, es decir, que casi la mitad de las casas se encontraban vacías. Esto era debido a que este pequeño núcleo de la población se hallaba aislado del resto urbano de Buñol. Hay que tener en cuenta que en aquellos años “Las Ventas” terminaban prácticamente en la estación ferroviaria y solamente había algunas casas sueltas en el barrio de “La Bota”. Los servicios brillaban por su ausencia, pues, por poner un ejemplo, el local que servía como ambulatorio y las escuelas, se encontraban a un par de kilómetros. Y en aquel entonces no todas las familias podían tener el privilegio de tener y mantener un vehículo. Y, por supuesto, no existía el transporte público. Todos estos inconvenientes trajeron consigo la respuesta negativa de la gente a establecerse en la barriada, incluso algunos que ya vivían en ella, cuando disponían de alguna ocasión, la abandonaban.

Cómo decía al comienzo, la mitad de mi vida y la de mi familia está en San Rafael. Hemos visto nacer a nuestros hijos, formando con ellos nuestra unidad familiar hasta que se nos han casado o emancipado. A lo largo de todos estos años hemos ido viendo la positiva evolución que ha sufrido nuestro barrio. Las casas, desde hace ya muchos años, son propiedad de los vecinos, que las han ido reformando cada uno con arreglo a sus necesidades. Tenemos la única Asociación de Vecinos de la población, que se esfuerza en proporcionar el mayor bienestar y buena convivencia entre todos los que vivimos aquí. Además, y gracias a los terrenos donados por Valenciana de Cementos, tenemos como “vecinas” a las escuelas públicas, el Instituto, el ambulatorio, el Conservatorio de Música, la residencia de la tercera edad y hasta hace cinco años el economato de Cementos.

Hoy hablar del Barrio de San Rafael es hablar de una de las zonas más tranquilas de Buñol y vivir en él es un verdadero privilegio. Gracias al progreso, se puede decir que cada familia tiene su propio vehículo, lo que ayuda, por ejemplo, a desplazarse y disfrutar de nuestras fiestas mayores, del mes de agosto. Y tenemos la suerte de que una vez termina el día de fiesta, nos podemos retirar a nuetro barrio para disfrutar de un verdadero descanso. Es por esto que actualmente las viviendas en San Rafael son muy cotizadas y la frase popular más comentada habla de la barriada como “zona residencial de Buñol”. 

Cómo ya habréis observado, tanto mi mujer como yo, así como casi todos los vecinos, nos sentimos plenamente satisfechos y agradecidos de haber tenido la suerte de construir nuestras vidas en este maravilloso lugar de Buñol. Aquí hemos convivido con personas de mucho valor humano, hemos participado en nuestra Asociación de Vecinos, disfrutado de sus fiestas y, sobre todo, de su gran vecindario. 

No quisiera que se me pasara por alto que están a “tiro de piedra” nuestras pequeñas y queridas fiestas. Me gustaría agradecer a estos valientes integrantes de la Junta de la Asociación su enorme trabajo. También al Ayuntamiento su patrocinio y ayuda para hacerlas posibles. Si hay alguien que aún no conoce el Barrio, ahora tiene una magnífica ocasión para conocerlo, asistiendo a su fiesta. Estáis invitados.

Y ya, por último, me gustaría poner en valor el trabajo de todas las personas –las que están y a las que ya nos dejaron– y que de una u otra forma han contribuido y contribuyeron a la positiva evolución de nuestro querido Barrio San Rafael. También agradecer a la revista local Asíesbuñol magazine el haberme dado la oportunidad de ensalzar las virtudes –que son muchas– de nuestro querido Barrio. ¡Viva Buñol y viva San Rafael!

Daniel García Vallés
Vecino de San Rafael

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