Volvemos al cole

«La vuelta al cole» suena a eslogan publicitario, pero volver significa regresar, regresar al lugar donde a partir del 12 de septiembre nuestros niños y niñas acudirán, y lo harán con una mezcla de sentimientos, algo tristes porque se les ha acabado «lo bueno», ese tiempo de estío en el que jugar, nadar, acostarse tarde y levantarse tarde también, etc., pero por otro lado alegres, son caras nuevas y muchas conocidas, el reencuentro de compañeros y compañeras que han estado ausentes durante un espacio de tiempo corto. 

Es el nerviosismo del primer día, «qué maestro o maestra me habrá tocao», esa incertidumbre que solo dura un instante, «el/la del año pasao». Es la ilusión de los nuevos retos, nuevas experiencias, nuevas aventuras en el viejo lugar al que volvemos, el cole. Porque es en ese espacio donde comienzan a formarse como personas, a librar viejas batallas con los «deberes», «las mate», «soci» o «caste». Esas materias que, sin duda, ayudarán a abrir nuevos horizontes y viejas dudas. Pero también comprobarán que se puede aprender compartiendo los aprendizajes, cooperando con los compañeros y compañeras, realizando viajes a lo más profundo de un libro.

Asímismo, es el retorno del profesorado y del resto de la comunidad educativa a la «normalidad». A esa tan necesaria rutina. Al reencuentro con esos «locos bajitos», que decía Joan Manuel Serrat. 

Una vez cargadas las pilas toca realizar esa extraordinaria tarea que consiste en ayudar a una persona a desarrollarse en su máxima potencialidad. A que, de manera lúdica, puedan ir adquiriendo las destrezas y habilidades que les permitan ir navegando por esas turbulentas aguas que nos va ofreciendo la vida. 

Porque, como decía Kavafis, lo importante no es llegar, lo importante es el camino, las experiencias y vivencias que les permitirán llegar al «ser». Seguro que los maestros y maestras, los padres y las madres y en general, toda la sociedad, son los responsables de la educación de cada alumno y alumna, tal y como expresa José Antonio Marina cuando dice que «Para educar a un niño hace falta la tribu entera».

Este nuevo curso 2022-2023 es una oportunidad para vivir lo soñado, lo anhelado durante los últimos años y ello conlleva una ilusión añadida. Volverán las zonas de patio sin parcelar, la biblioteca en horario de patio, cuenta cuentos, juegos de mesa, jugar con el balón, compartir mi juego, mi tiempo e inquietudes con compañeros y compañeras de otras clases, también realizar actividades conjuntas entre niveles, con familias, con otros coles, etc.

Por último, cabe destacar que esa «vuelta al cole» a veces es mucho más compleja si tenemos en cuenta el alumnado cuya motivación por volver a ella es nula, el que se siente triste, aquel que no encaja en nuestro sistema educativo, cuando la familia no tiene los recursos culturales, sociales y económicos necesarios para dar respuesta a la necesidad de sus hijos e hijas. 

Es por ello que urge un cambio en la mente y corazón de cada persona que formamos la comunidad educativa, hay que cambiar la mirada hacia una inclusión real y llegar al objetivo de dar la oportunidad de crecer dentro de nuestra sociedad, donde por encima del conocimiento esté la persona y sus sentimientos.

Y, para acabar, tan sólo decir que el CEIP San Luis estará preparado para recibir a sus ilustres habitantes.

Mª Carmen Moscardó Sierra
Directora CEIP San Luis Buñol

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