Vueltas&vueltas

El pasado 23 de septiembre fue el día el Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas. El próximo 25 de octubre será el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Hay días internacionales para señalar circunstancias, detalles, necesidades… Cuál es su efecto y valor sería harina de otro costal pero, sea como fuere, tienen sentido y se hilvana perfectamente con los libros que a este espacio acuden. 

El pasado mes de junio se debatía en el parlamento español sobre la prostitución. El debate pasó en cierta medida a la prensa y en cierta medida a la calle, desde luego no en la medida de la dimensión del problema. Las personas y hasta las organizaciones tienen sus opiniones sobre el asunto pero, ¿qué sustenta nuestras opiniones? Y, ¿qué sabemos de cuánto opinamos? Sería elemento para la autorreflexión, al hilo de ello, el pensamiento feminista actual –y el del XX incluso del XIX, hay que recordar que en 1935 la Republica Española abolía la prostitución propiciada por el pensamiento y la acción de tantas mujeres de la época–. 

El debate ha generado libros muy propicios y asentados para que nos situemos con propiedad ante esta tremenda situación: no olvidemos que hay más de 50.000 mujeres prostituidas en España, millones en el mundo y que el «sector» mueve una cantidad astronómica de dinero, y no olvidemos que toda esta maquinaria se sustenta, sea como fuere y sea cual fuere nuestra opinión, en la falta de libertad y en la violencia contra las mujeres, como bien señala Rosa Cobo en su libro La prostitución en el corazón del capitalismo: «No hay frontera. La sexualidad, y el cuerpo de las mujeres, es una mercancía en la industria del sexo. Son tratadas como objetos, como mercancías, tanto para la industria del sexo, como para los proxenetas y puteros. Las mujeres en prostitución son el centro del negocio que ocupa el tercer lugar en términos de beneficios a escala global de todas las economías ilegales y eso solo puede ser desde la coacción» 

O el magnífico y clarificador ensayo de Ana de Miguel, Neoliberalismo sexual: El mito de la libre elección, donde escribe: «La mayoría de personas que viven en sociedades con estados del bienestar más o menos consolidado piensan que la prostitución no es un problema o no lo es frente a otros. También piensan que nunca llegará a entrar en su mundo, un mundo protegido por una situación acomodada. A veces esas personas, si son hombres, incluso pueden ir de putas, pero también pensar que la prostitución no es su problema ni el de las mujeres de su entorno, madres, compañeras, hijas… pero la prostitución en una sociedad afecta a la vida y los valores de todas las personas»

Y afecta a la vida y valores de todas las personas porque surge y se engarza con un sistema cultural, económico y de pensamiento que hay que analizar y transformar para que la sociedad se enriquezca, como analiza Kajsa Ekis Ekman en El ser y la mercancía. Prostitución, vientres de alquiler y disociación, donde señala que tanto la prostitución sexual como los llamados «vientres de alquiler» son el producto de la intersección del capitalismo (donde los ricos compran a los pobres) y del patriarcado (donde los hombres compran a las mujeres, y las mujeres complacen a hombres), sin olvidar la presencia del racismo y de las relaciones de poder internacionales.

Y, en efecto, es un problema para todos/as y, en efecto, es un elemento notable donde se ejerce sistemáticamente la violencia contra las mujeres en entornos donde debería estar proscrita, y esto nos llevaría al libro fundamental del cuarteto que hoy traemos a estas líneas, La revuelta de las putas, de Amelia Tiganus. Quizás les suene su nombre porque el libro ha sido muy difundido y anda por España una obra de teatro en él basada. La autora relata en primer plano su historia personal: rumana de origen, llegó a España traída por el comercio internacional de mujeres y fue prostituida durante años. De su traumática experiencia vital surge su militancia feminista y abolicionista. Su conocimiento experiencial y luego teórico junto con su gran capacidad comunicativa convierten este libro en una recomendable obra para situarnos en el tema y más para que tomemos partido y pronto podamos empezar a construir una sociedad donde la prostitución no sea ni prohibida ni regulada sino donde simplemente no existan los elementos sociales, psicológicos, culturales o económicos que la propician. 

Amelia Tiganus escribe: «El feminismo, y dentro de él el movimiento abolicionista, me salvó la vida. Y no porque me haya sacado de un puticlub, sino porque le dio un sentido político a mi experiencia personal. Somos el movimiento más potente y más activo que hay. Así que lo vamos a conseguir, porque tenemos esa herencia que nos han dejado otras feministas antes y, sobre todo, porque no vamos a abandonar la lucha.»

Rosa Cobo, Ana de Miguel, Kajsa Ekis Ekman, Amelia Tiganus, «La revuelta de las putas», «El ser y la mercancía», «Neoliberalismo sexual», «La prostitución en el corazón del capitalismo». Cuatro apropiadas autoras, cuatro apropiadas propuestas…

…para tomar consciencia. 

Biblioteca Pública Municipal
bibliotecaspublicas.es/bunol

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