Antonio López: «me encantaría hacer algo muy utópico en este pueblo, que es agradecer a todos los políticos de todos los colores que estuvieran unidos o, al menos, de acuerdo para que Buñol fuera la envidia de los demás pueblos»

El pintor buñolense Antonio López habla para Hoyunclick en una semana frenética para cualquiera que se dedique a esto de las Fallas

Antonio Lopez

 

A Antonio López siempre le ha apasionado la pintura. El estudió Diseño e Ilustración Gráfica, aunque como él dice eso no tenía mucha salida. Optó por ser pintor de fallas, que por lo menos, asegura, daba algo de dinero. Ahora es uno de los pintores de monumentos referentes.

A pocos días de los días grandes, ¿cuál es el ritmo del taller?
El ritmo en los talleres es frenético, porque a que hay que terminar las fallas se unen los nervios por la plantá, la lluvia, el viento y que no pase nada en los días que trabajamos en la calle.

¿Cuántas horas se duerme estos días?
Yo tengo la suerte de llevarlo todo bastante organizado, tanto en mi taller como en los demás en los que colaboro en la pintura, aunque estos últimos días se alarga un poco más dependiendo del trabajo que queda.

¿Qué papel juega la familia estos días?
Importantísimo. Un apoyo en el que hay que entender que éste es un oficio un poco especial y en el que hay que estar muy involucrado en el trabajo hasta última hora. Y eso, a veces, es difícil de entender. Trabajamos para una fecha.

¿De cuántos monumentos te encargas este año?
Sólo hago los dos de la Falla Las Ventas, el grande y el infantil. Pero durante 8 meses me dedico plenamente a la pintura en fallas y hogueras. Además de otros trabajos.

Este año he pintado para Valencia la Falla Almirante Cadarso-Conde de Altea, de Manolo Algarra y los bajos de la Falla Cuba-Literato Azorín, de Vicente Llácer. Las dos en la Sección Especial. También los bajos de la Falla del Ayuntamiento, de Manolo García. En la Sección 1ª he pintado la Falla Duque de Gaeta-Pobla de Farnals, de Carlos Carsí. Y por último, la Falla Els Doctors, de Fede Ferrer.

Para Benaguacil, he pintado la Falla Carrer de Llíria, también de Vicente Llácer y en la Sección Especial.

¿Cómo han ido evolucionando las técnicas de construcción del monumento?
La evolución es enorme desde hace unos años, sobre todo en técnicas escultóricas, por la utilización de técnicas digitales.

Al final, ¿un artista se hace especialista de todos los procesos: pintura, modelado, etc.?
En estos tiempos, pocos artistas están especializados en todo, y es bastante lamentable. Muchos talleres dependen de especialistas que tienen que trabajar para ellos: pintores, escultores, carpinteros, etc. Son más empresarios.

Fuera de estos días, ¿cómo es el resto del año de un artista fallero?
Prácticamente como estos días, aunque un poco más relajados. Pero, como he dicho antes, trabajas para una fecha y a una falla, como a cualquier obra artística, es difícil ponerle un límite. El límite es la plantá. Si no fuera así, siempre te estarías exigiendo para poder mejorarlo todo, o al menos yo lo veo así. Primero te quitas lo grande y acabas con los detalles hasta el límite.

¿Cómo está el sector en esta época de crisis? ¿Se nota la caída de presupuestos de las Comisiones?
Se sigue notando, pero se está empezando a ver ya algún brote. Hay que ser optimista, aunque los presupuestos galácticos de antes es difícil que vuelvan. Pero ya están empezando a apostar por la fiesta otra vez los patrocinadores.

¿Se puede vivir solamente de esto en esta época que vivimos?
Se puede vivir, teniendo los pies en la tierra. Pero la competencia manda y tienes que poner más de lo que debes. Yo no me dedico sólo a esto. El construir fallas está en un segundo plano en mi trabajo. Mi trabajo es la pintura artística.

¿Por qué Artista Fallero?
Yo soy pintor. Pinto cuadros y además estudié Diseño e Ilustración Gráfica, pero no había mucha salida en esto y decidí pintar fallas, que al menos se ganaba dinero. Luego me examiné como Artista Fallero porque le vi muchas posibilidades reales y estaba capacitado para ello.

La experiencia la vas cogiendo en cada falla que haces y lo que me gustaba de este oficio es que tocaba la pintura y la escultura, pero me especialicé en la primera.

¿Qué supone para ti ver tu obra en la calle durante las fallas?
Satisfacción. Es una exposición durante 3 ó 4 días del trabajo de todo un año. Y lo más interesante es la reacción del público.

Y si ya consigues algún premio…
Pues genial, ya te sale redondo. A fin de cuentas, no nos olvidemos de que también es una competición. Yo soy muy competitivo y me gusta serlo, te exiges más.

¿Cuáles son las temáticas más recurrentes este año?
Sin duda “Podemos”. Ya he pintado 5 figuras de este nuevo partido. También la corrupción. La crisis ha pasado a un segundo plano.

¿Qué tema de Buñol te gustaría retratar y aún no lo has hecho?
Me encantaría hacer algo muy utópico en este pueblo, que es agradecer a todos los políticos de todos los colores que estuvieran unidos o, al menos, de acuerdo para que Buñol fuera la envidia de los demás pueblos. Trabajando todos a una para sus vecinos, que son, al fin y al cabo, los que les votan. Me gustaría no criticar alguna vez nada que se haya hecho mal. Sería fantástico.

¿Cuáles son los de este año?
Pues todo lo contrario. Lo que está pasando en este Ayuntamiento con nuestros políticos, que seguimos igual o peor, en muchos sentidos.

¿Tu mejor monumento está por venir?
Por supuesto…

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