La muestra se puede visitar en el edificio Molino Galán de Buñol
Redacción.- Buñol lleva dos años sin poder celebrar su fiesta más internacional. La Tomatina ha tenido que ser suspendida por la pandemia pero desde ahora se podrá revivir de forma virtual durante todo el año. Esto es lo que se pretende con la reinauguración del Museo de la Tomatina que abre sus puertas totalmente renovado y con las nuevas tecnologías a disposición de los visitantes.
La muestra se puede visitar en el edificio Molino Galán de Buñol. El itinerario por el museo empieza con una sala inmersiva de 270 grados donde los visitantes podrán sentir el ambiente de la fiesta que se celebra en las calles de Buñol en agosto. Junto a la recreación, un concierto de las bandas de Buñol para unir los dos elementos más representativos de esta localidad, la música y la Tomatina.
El paseo por la historia de la famosa guerra de tomates continúa a través de fotografías donde se puede ver la evolución de esta fiesta popular. Gracias a la renovación, llevada a cabo con subvenciones de Turismo y fondos del Consistorio de Buñol, ahora el visitante realiza este recorrido con una tablet donde Tico, la mascota de la Tomatina, cuenta la historia de forma entretenida y con la ayuda de la realidad aumentada para que el público más pequeño disfrute de la exposición.
Uno de los puntos más esperados del nuevo museo es la posibilidad de utilizar las gafas de realidad virtual para introducirse de lleno en la batalla roja. Esta tecnología permite revivir la Tomatina cualquier día del año y sin necesidad de salir manchado de zumo de tomate.
La visita acaba con la posibilidad de realizar una foto encima de unos de los camiones (de cartón) que portan las tonelada de tomates para tener un recuerdo de la fiesta valenciana más internacional.
El Museo de la Tomatina puede visitarse los viernes, sábados y domingos, en horario de 10:30 a 13:30 horas y existe posibilidad de concertar pases los miércoles y jueves, a través de la Oficina de Turismo del municipio.
«Empezamos a trabajar en la renovación antes de la pandemia porque el museo se había quedado desfasado. Con el cierre hemos conseguido acelerar los cambios y tenerlo todo a punto con las nuevas tecnologías«, explica la alcaldesa de Buñol, Juncal Carrascosa.
La oferta turística relacionada con la Tomatina se complementa con una ruta, señalizada con placas, por las calles de Buñol por donde transcurre la batalla cada mes de agosto. Unas calles que desde hacen dos años no huelen a tomate debido a la pandemia.
“Tenemos una alianza singular con Buñol, que, sin duda, se seguirá reforzando. La Tomatina ha conectado con el imaginario colectivo y es uno de los eventos más emblemáticos de la Comunitat, de los que más han contribuido a su proyección y marca turística a nivel internacional”, subraya el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer.
La fiesta en 2022
La localidad quiere recuperar su fiesta, que es clave en el turismo de la zona, y por ello estudian medidas a implantar para que en 2022 la locura de la Tomatina pueda volver. «Es una fiesta muy emblemática y nos pone en el mapa del mundo. Además expresa el carácter de la gente de Buñol, muy acogedora, divertida e igualitaria«, destaca la alcaldesa.
La Tomatina no se puede concebir sin el contacto por lo que se plantea solicitar PCR y certificado Covid a los participantes o centrar su promoción en un público más cercano, europeo o nacional, a causa de las restricciones que todavía persisten para viajar. «Se estudian las formas de poder celebrarlo pero todavía hay que esperar a ver la evolución de la pandemia», concluya Carrascosa.
