En el caso de la planta de Buñol, podrían resultar afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE) anunciado por el grupo cementero mexicano unos 20 ó 25 empleados
Redacción.- Los representantes sindicales de las plantas de Cemex en Valencia y Alicante solo temen recortes en los departamentos de administración, recursos humanos, logística y comercial, y no en operaciones, donde trabaja la mayoría de la plantilla.
En el caso de la planta de Buñol , podrían resultar afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE) anunciado por el grupo cementero mexicano unos 20 ó 25 empleados de una plantilla de 142 personas, a los que se añaden 26 contratos temporales que concluirán a finales de noviembre.
El presidente del comité de empresa de esta cementera, Javier Gallego (UGT), ha confirmado que la parte de operaciones no se verá afectada por la reestructuración, como tampoco la planta de Alicante, que cuenta con unos 110 trabajadores.Gallego considera que, al estar las dos plantas en la misma zona, es posible que se reduzca el personal de administración, logística, comercial y recursos humanos y se aúnen estos servicios en uno.
Según el presidente del comité de empresa, el silo de Cemex en el puerto de Valencia, donde trabajan tres personas, sí cerrará y el servicio de almacén a Buñol tendrá que prestarse desde los puertos de Sagunto o Alicante.
La planta de Buñol cuenta con dos hornos donde se produce cemento blanco y cemento gris, y es la única de Europa donde se fabrica blanco, lo que en estos momentos se ha convertido «en una salvación«, ha manifestado Gallego. La de Alicante produce cemento gris, mayoritariamente para la exportación.
El responsable de Construcción y Servicios de CCOO-PV, José Manuel Pérez, ha coincidido en que la parte operativa de ambas plantas no se verá afectada pero ha señalado que hasta que no comience la negociación y se ponga «negro sobre blanco» los datos, no se conocerá con exactitud el alcance de las medidas de la compañía.
Pérez ha apuntado que entre las dos plantas puede haber entre 30 y 40 personas que, por edad, podrían ser incluidas en un plan de prejubilaciones si la compañía decide poner en marcha una medida de este tipo.