Lo hizo durante la presentación de sus equipos la semana pasada
Redacción.- El Club Balonmano Buñol no baja el pistón. Un año más volvió a sacar sobre el 40×20 del Pabellón Municipal «Pablo Cusí Sierra» a más de 100 jugadoras y jugadores que conforman el presente, pero sobre todo el futuro de la entidad. Ante un pabellón abarrotado fueron saliendo uno a uno los jugadores y las jugadoras de los equipos, benjamín, alevín, infantil, cadete, juvenil y senior. Los aplausos de familiares -padres, madres y abuelos- arroparon a los componentes de los diversos equipos que saltaban al campo con sus compañeras y compañeros, con una amplia sonrisa. Este año el club cuenta con un equipo benjamín, dos alevines e infantiles, un cadete, un juvenil y un sénior. Una dinámica que se lleva repitiendo años y que demuestra la gran labor que se hace desde la parte deportiva y desde la Junta Directiva para que el balonmano siga siendo uno de los deportes más practicados en la localidad.
Una vez habían saltado al campo, jugadoras, jugadores y cuerpo técnico, llegó el momento de los parlamentos. El primero en coger el micrófono fue el concejal de Deportes y ex jugador del Club Balonmano Buñol, Ulises Araújo. Visiblemente emocionado recordó su paso por el club y animó a padres y madres a que sigan apostando por un deporte en el que los valores priman por encima de todo. Luego fue el turno para el nuevo presidente, Pedro Vallés Cusí, que ha colgado las zapatillas y ahora representa al club que le vio nacer como jugador. Vallés quiso agradecer el compromiso de las familias con el club y anunció la puesta en marcha de un nuevo área social, en el que madres y padres van a tener un papel protagonista para dar a conocer todo lo que se hace en la entidad. El nuevo presidente agradeció también a los numerosos patrocinadores con los que el club cuenta este año, su fidelidad a un deporte que está dejando muchas alegrías en los últimos años en la localidad.
La tarde-noche finalizó con el partido de liga del sénior ante el Vinaroz, uno de los rivales más complicados del grupo. El partido fue igualado durante los 60 minutos, tanto es así que terminó con empate a 27 goles, después de que el guardameta buñolense parase fuera de tiempo, un penalti que hubiese supuesto la victoria de los castellonenses. Hay que remarcar que en la media parte, gracias a Fisoclínic Buñol, Carnicería Garrigues y Miel «El Oro», se sortearon tres regalos para los presentes que habían comprado la rifa que vendieron los padres y madres durante la presentación. Además, durante todo el encuentro hubo servicio de barra gestionado por los familiares de los jugadores del club. En definitiva, se vivió una tarde maravillosa en la que el balonmano de nuevo volvió a gritar bien fuerte: «estamos aquí».
