Y tiene 500 años
Redacción.- Este año nuestro el municipio de Chiva se ha llevado el máximo galardón del II Concurso nacional organizado por Empresas Innovadoras de la Garrofa (EiG) con la garrofera de la “Balsa Viñedo”. Un algarrobo de unas dimensiones espectaculares, que con casi 7 metros de perímetro medido a 1,30 desde su base, se le estima una edad aproximada a los 500 años.
La Plataforma para el Estudio y Conservación de la Sierra de Chiva presentó con el consentimiento de los propietarios, dos garroferas (Ceratonia siliqua) al concurso y ambas llegaron a la final. Una siendo la ganadora y la otra, situada en la partida de “Las Vueltas” ha quedado en tercera posición. Hay que recordar que el anterior concurso de 2022 la garrofera del “Brazo Alto” de Chiva logro el accésit.
Aunque en nuestra filosofía no cabe el entrar a valorar que haya árboles mejores que otros y por lo tanto no hay que tomarlo como una competición, sino como un reconocimiento global a todos los árboles viejos y en particular a las escasas garroferas multicentenarias que quedan en España y que vuelve a dejar de manifiesto que en nuestro municipio se encuentra la mayor concentración de Algarrobos Monumentales del planeta.
Nuestra asociación hasta el momento lleva censadas en los últimos trece años dentro del proyecto “Chiva, el País de la Garroferas Centenarias”, más de 250 alagarrobos monumentales que ya están incluidas en el catálogo de Árboles Monumentales de Interés Local aprobado recientemente por el Ayuntamiento de Chiva y que ya forman parte del Patrimonio Arbóreo de la Comunidad Valenciana y que están amparadas por la Ley de Árboles Monumentales 4/2006.
Desde siempre hemos defendido que estos monumentos vivos han llegado hasta nuestros días gracias sus propietarios y es a ellos a los que hay que agradecer que podamos disfrutar de este patrimonio de incalculable valor. Por lo tanto, nuestro propósito además de la conservación de los árboles, es el beneficio de sus dueños. Conseguimos que la administración local se haga cargo del mantenimiento del árbol y su entorno más cercano, por supuesto, siempre que sus dueños así lo consideren. Pero estas medidas no nos parecen suficientes y seguimos buscando fórmulas, como descuentos fiscales y otro tipo de rentabilidad que se traduzcan en un gran activo para sus titulares. Además, desde las diferentes administraciones se deben poner todos los recursos para dinamizar los cultivos de secano; que viendo la actual crisis climática en la que estamos inmersos, estamos obligados a plantear con urgencia nuevas políticas agrarias para que sean completamente sostenibles.