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Las fallas de Buñol celebraron un fin de semana completo con actividades para todos los gustos: juegos acuáticos, una concentración motera y la Carricoche Party más veraniega.
El primer fin de semana de julio ha sido una auténtica demostración de energía fallera en Buñol, con tres comisiones protagonizando diferentes actos que han llenado las calles de ambiente, música, diversión y mucha participación.
La Falla Buñol Pueblo abrió la jornada del sábado por la mañana con una fiesta acuática en la Plaza del Pueblo bajo el lema “El trío perfecto: verano, agua y falla”. Castillos hinchables, juegos de agua y un cañón de espuma hicieron las delicias de niños y mayores. Falleros y no falleros disfrutaron de una mañana divertida y refrescante para dar la bienvenida al verano como se merece. Desde la comisión agradecieron especialmente la colaboración del Ayuntamiento de Buñol y de Espectáculos Dani.
Y por la noche, a pesar de la amenaza de lluvia, la Falla Reyes Católicos —El Río— celebró una edición muy especial de su Carricoche Party en El Planell. Aunque el mal tiempo obligó a parar momentáneamente, el ambiente no decayó. En cuanto la lluvia dio una tregua, la fiesta arrancó con fuerza gracias a los DJ @viictorgomezz_ y @daaanii_2004. Música, luces y muchas ganas hicieron que la noche acabara por todo lo alto.
El domingo 6 de julio, la Falla Nuevo Buñol organizó la IV Matinal Motera, que arrancó a las 9:00 h con la concentración de motos en la calle Garcés Vericat. Tras un almuerzo compartido, los moteros realizaron una ruta por los pueblos de la comarca —Turís, Yátova, Macastre y Alborache— en una jornada marcada por el buen ambiente y la pasión por las dos ruedas. Como colofón, se celebró un sorteo de un jamón entre los inscritos.
Desde cada una de las comisiones, el mensaje fue unánime: ni la lluvia ni el calor pueden parar a los falleros de Buñol. El espíritu festivo sigue más vivo que nunca.
