La película se proyectó en el Palacio de la Música
Roberto Zanón Monte.- Buena entrada en la tarde del jueves para presenciar «La memoria infinita», dentro de la programación del Vivir de Cine 2024. La joven directora chilena Maite Alberdi (nacida en 1983), especialista en cine documental, ha compuesto una bella, pero a la vez dura, historia de amor y de memoria. A partir de grabaciones privadas, imágenes de televisión y nuevo rodaje expresamente para el documental, asistimos a un puzzle que se va construyendo en torno a Augusto y Paulina y su historia de amor a lo largo de los años, sus conexiones con la convulsa vida social y política de Chile de las últimas décadas y ese viaje terrorífico hacia el final acompañados por el Alzheimer.
Tenemos momentos bellísimos de intimidad, amor, humor, conversación y complicidad que se van entrelazando con la realidad de los ataques inmisericordes de la enfermedad, cada vez más terribles. Todo ello rodado y montado con una delicadeza exquisita por parte de la directora consigue que estemos ante una película intensa y emotiva, de las que dejan poso.
Una parte importante de la película consiste en el paralelismo que se traza entre el Alzheimer que sufre Augusto, cruel asesino de la memoria (y de muchas más cosas…) de las personas, con la importancia de la memoria colectiva con respecto a la Historia y el peligro de su olvido. Tema de rabiosa actualidad por cierto.
En resumen, una buenísima película, muestra importante del cine documental actual y representante este año del cine iberoamericano dentro del Vivir de Cine.
