La estabilización de varios taludes situados en el entorno del ‘Bolot’, en Macastre, ha contado con la inversión de 45.800 euros del Programa de Riesgos Geológicos
Redacción.- Los municipios de Macastre y Yátova, en la comarca de La Hoya de Buñol, han adecuado una zona de taludes y un espacio degradado gracias a los programas de Riesgos Geológicos y de Espacios Degradados que desarrolla el área de Medio Ambiente de la Diputación. El diputado Josep Bort, junto a la alcaldesa de Macastre, María José Casero, y el alcalde de Yátova, Miguel Tórtola, ha visitado estas localidades para conocer las mejoras que se han conseguido con las obras realizadas con una inversión total de la corporación provincial de borde 97.000 euros.
El diputado Josep Bort ha valorado que estas intervenciones permiten «recuperar, rehabilitar y poner en valor el patrimonio natural de los dos municipios, así como permitir a los vecinos y vecinas de Macastre y Yátova que se acercan a su entorno de una manera más segura para disfrutar de la naturaleza «. Además, Bort también ha valorado «el esfuerzo importante que desde el área de Medio Ambiente está llevando a cabo para regenerar aquellas zonas y espacios degradados de nuestros pueblos que no hubieran podido recuperarse sin el apoyo que les garantiza la Diputación«.
La estabilización de varios taludes situados en el entorno de la urbanización del ‘Bolot’, en Macastre, ha servido para reducir el riesgo geológico de deslizamientos de la zona situada junto a la antigua carretera. Las obras han incluido la construcción de un muro de contención de la escollera, la recomposición de los muros de mampostería existentes, así como la pavimentación de la zona y la instalación de vallas para evitar caídas.
Estas actuaciones se han realizado a través del Programa de Riesgos Geológicos de la Diputación con una inversión total de 48.200 euros, de los que la corporación provincial ha sufragado 45.800 euros, el 95% del total, y el consistorio de Macastre los 2.400 euros restantes
El mirador que ha estrenado Yátova se encuentra en dos parcelas municipales de unos 4.500 m2 ubicadas en un terraplén que se encontraba en un avanzado estado de abandono y degradación. La intervención que ha realizado el Ayuntamiento con el apoyo de la Diputación ha consistido en la limpieza de vegetación y escombros acumulados, la construcción de un muro de contención por la pendiente pronunciada del espacio, así como la posterior aportación de tierra y la plantación de vegetación en la zona.
La intervención también ha incluido la reparación tanto del camino de bajada como de lo que conecta la zona con la ‘Balsa de los patos’, además de la instalación de mobiliario urbano y la plantación de árboles en la explanada del mirador. En total, el coste de este proyecto ha sido de 60.200 euros, de los que la Diputación ha aportado 51.190 a través del Programa de Espacios Degradados, que suponen el 85% del cómputo global, y el consistorio ha destinado 9.000 euros.