Para llegar a una conclusión es necesario observar aquello que vayas a concluir durante un periodo tiempo. Soy muy fan de observar a la gente, a la gente en general, cómo actúa, cómo reacciona, cómo se defiende, cómo responde a cada situación, cómo interpretan los hechos, etc. Me encanta observar cómo funciona la sociedad y cómo se crean las relaciones humanas.
Tras un tiempo de observación he llegado a una serie de conclusiones. Hoy os cuento una de ellas.
Si nos remontamos unos cuantos años, no muchos, unos 100 años, más o menos por 1922, las personas honorables o respetables eran aquellas que poseían unas cualidades que les hacían ser acreedores del respeto de los demás. Cualidades como la bondad, la responsabilidad, la amabilidad y la constancia del trabajo. Las acciones y las palabras de esas personas se consideraban como ley. Y no me estoy refiriendo a estudiosos, famosos o gente adinerada, para nada, estoy hablando de tu vecino o vecina, de tu primo o prima o simplemente de cualquier ciudadano o ciudadana del pueblo.
* Por aquel entonces, ser bueno se valoraba y la gente no abusaba de tu confianza por ser bueno, al revés, te respetaba.
* Por aquel entonces, ser responsable con tus actos y con las demás personas se valoraba y la gente no se aprovechaba de tu responsabilidad, al revés, te respetaba.
* Por aquel entonces, ser amable se valoraba y la gente no se reía de ti porque siempre estabas contento o contenta, al revés, te respetaba.
* Por aquel entonces, ser trabajador o trabajadora, se valoraba y nadie se aprovechaba de tus ganas de trabajar, al revés, te respetaba.
Cuando dos personas se estrechaban la mano, cerraban un trato inquebrantable y no hacía falta papeles que lo acreditasen, ellos o ellas sabían que lo tenían que cumplir.
Cuando firmaban un papel en casa de uno de los implicados y no ante notario, ni en presencia de un abogado ni nada parecido, los firmantes tenían claro que eso “iba a misa”.
Volvemos a hoy en día, 100 años después. Vivimos en una sociedad donde el respeto y el honor entendidos como tal se han tumbado. Hoy en día se respeta a quien tiene más dinero o más títulos ya se han académicos, deportivos, nobiliarios, etc. Y si hacemos referencia a la juventud hablamos de respeto a aquel o aquella que tiene más seguidores, más likes, más visualizaciones, etc.
* Hoy en día, ser bueno es sinónimo de tonto, quien pueda beneficiarse de tu bondad, lo hará.
* Hoy en día, ser responsable es un problema porque padeces muchísimo de ver lo que hacen tus iguales y quien pueda aprovecharse de tu responsabilidad, lo hará.
* Hoy en día, ser amable se confunde con predisposición para todo, siempre estás dispuesto o dispuesta a ayudar a quien lo necesite y quien pueda abusar de tu amabilidad, lo hará.
* Hoy en día, ser trabajador o trabajadora tiene consecuencias negativas y quien pueda vivir gracias a ti, lo hará.
Si hablásemos en un lenguaje vulgar podríamos decir que hoy en día en la sociedad en la que vivimos una persona buena, responsable, trabajadora y amable está jodida.
En conclusión, las cualidades que antes hacían a la gente respetable hoy se han convertido en defectos. ¿Hemos ido a mejor? Sacad vuestras propias conclusiones.
PD: gracias a Dios todavía queda gente buena, amable, trabajadora y responsable en este mundo y lo que es más importante, gente que la respeta.
Con D de Dátil.
