La semana de cacera la forman la cuadrilla de amigos de caza. Amigos de armas, que comparten esa aficion y esos grandes momentos en el monte. Esto a sido asi durante mas de 100 años y hoy sigue siendo habitual hacerlo.
La semana de cacera antiguamente
Antes –cuando mi abuelo era joven– no había compra. Salían con el carro y el caballo desde casa hasta donde tuvieran la casica, en algunas ocasiones tan largo como en el Fresnal. Subían andando, con el poco hato que llevaban de casa –patatas, cebollas, arroz y lo que daba la huerta–, los perros y cazando hasta la casa, cazando lo que iban a comer ese día. Entonces no estaba el supermercao para comprar la comida de la semana, la semana de cacera era tan pura que las comodidades brillaban por su ausencia. Las comidas y cenas se elavoraban con la caza que se abatía.
Los metodos de caza no eran como ahora. Las armas solo eran para la gente con dinero y nuestros bisabuelos y abuelos empleaban los cepos y trampas de losas para capturar conejos, perdices y otros pájaros. Después, cuando las armas de fuego entraron en escena, la variedad de caza era más amplia y podían optar a otros animales de caza. Esto conllevaba a que los menus de la semana fueran más amplios y se pudiera cocinar otras cosas.
La semana de cacera hoy
Como para todo cazador, la semana de cacera es el momento más esperado en todo el año, es el momento en el que se junta la cuadrilla.En ella se debatirán hazañas, vivencias y alguna que otra mentirica.
Lo primero a tener en cuenta es el número de asistentes a la semana completa, añadidos e invitados aparte. Lo segundo es tener una casica en condiciones y en buen punto. La semana previa a la dicha se hará una quedada para establecer el menú y la compra necesaria para 7 días. En nuestro caso lo tenemos fácil, somos dos hateros y organizamos listados de compras y asignamos a cada uno su tarea.
Otra tarea no menos importante es ir a por leña para toda la semana, «una buena pila» –leña para la chimenea y para cocinar–. En la semana de cacera el foguer solo se debe utilizar para hacer café, todo lo demás a la lumbre y llama.
Los dos días de antes de subir se pondrán apunto y se cargarán las neveras, congeladores y el grifo de cerveza.
Arranca la semana de cacera
La primera tarea nada mas subir es encender la chimenea, que va estar los 7 días a pleno rendimiento, y ya nos juntamos en la mesa a debatir con un buen café y su rentá: comidas, cenas y demás… Reglas de la semana:
1- Las armas estarán bajo llave excepto los días que se pueda cazar.
2- El primero que se levante preparará café.
3- A mear a los pinos –el wc es para aguas mayores–.
4- El grifo de cerveza tiene que estar en marcha 24/7.
5- La chimenea no se puede apagar y el último en dormir la tiene que cargar.
6- Se almuerzan las sobras de la noche anterior y huevos fritos.
7- Si se caza, la noche de antes se respeta a los que se acuestan pronto.
8- A las visitas se les atiende con una cerveza fría y algo de picar.
9- Hay que visitar a todas las casicas cercanas y echar 4 mentiras.
10- Los perros: cada dueño se hace cargo de el suyo o los que tenga.
11- La vueltesica al hongo no puede faltar, haya o no.
Comidas, cenas, almuerzos
El menú de la semana empieza con un tomate frito bien contundente, con su embutido y hongos –si los hay–.
La distribución de las comidas es según les apetezca a los hateros, pero en una semana no puede faltar paellla, gazpacho y mojete. En esas tres comidas suelen acudir invitados. El resto de comidas y cenas solemos hacer algunas cosas mas elaboradas, como rabo de toro estofado, carrilladas, chuletón, alguna caldereta de caza y, cómo no, un buen puchero que te quita el frío. Después, cada comida lleva un resopón de un par de horas, con desgustación de dulces y licores, partidas a las cartas, dominó o parchís, hasta que uno dice: «nos damos una vueltesica a ver si vemos algo» y ya nos montamos en los coches y vamos a ver animales, mirar cebaderos y alguna casica.
Rubén Galarza Zanón
Cheff Ponde
Gabriel Ortiz García
Asoc. Cazadores La Amistad
