Por qué sigue aumentando el número de víctimas de violencia de genero

dominical 15-12-13 violencia

Está claro que algo está fallando; por más normativas, ayudas y leyes que salen, siguen aumentando las víctimas de violencia de género.

Desde mi punto de vista, creo que las personas que hacen las leyes, implantan las medidas de seguridad y se ocupan de las víctimas “desde el momento que denuncian“ se olvidan de algo. Estas personas están enfermas, sí, enfermas, enfermas mentalmente, están bajo los efectos de una enorme baja autoestima, y una enorme dependencia psicológica. La dependencia psicológica es aplicable a cualquier droga y también a una persona, son víctimas de dependencia psicológica los que fuman, los que se drogan, los alcohólicos, etc., y estas personas también lo son.

Esa es la principal razón por la que después de un momento de calentón y haber denunciado, retiran la denuncia y vuelven con su agresor, porque están enganchadas a él.

Las razones de estos enganches son varias: falta de cariño en el ambiente familiar previo al matrimonio o a la unión con esta persona, una personalidad débil y manejable, la creencia religiosa que les obliga moralmente a mantener el matrimonio pase lo que pase, etc.

Los hijos son otro de los motivos principales por los que las mujeres se frenan a abandonar el hogar. ¿Sabéis qué pasa cuando una mujer con hijos y sin trabajo denuncia malos tratos? Pues pasa lo siguiente:

  1. Esta persona es aconsejada para que se busque un sitio donde ir si no está segura en su domicilio.
  2. Si se queda en el domicilio matrimonial y es él quien sale por ley, esta persona debe de andarse con mil ojos porque en el momento que el acusado quede en libertad la seguirá y acechará para pedirle disculpas y comerle la cabeza.
  3. Que la lleven a un centro social junto con otras mujeres de problemáticas sociales distintas, donde deben convivir con sus hijos hasta que puedan tener un hogar.

Teniendo en cuenta que estas personas están enfermas, es muy fácil darse cuenta de todo lo que les debe pasar por la cabeza en esas circunstancias.

Esa es la principal causa de que las medidas estén fallando, estas personas no son expedientes, no son números, son enfermos y hay que tratarlos como tales. Cuando alguien se da cuenta de que está siendo maltratado, y adviértase que digo “se da cuenta”, porque tardan bastante, están ya tan mal, que no saben qué hacer y ninguna medida les sirve si no va acompañada de alguien que empatíce con ellas desde el primer momento, y les ayude psicológicamente desde el minuto uno.

Cuando la policía llega a un domicilio porque ha recibido un aviso de disputa doméstica, lo único que se les ocurre decir es «¿Quiere usted denunciar a esta persona?» ¿Cómo? MAL, MUY MAL. Esa persona es posible que en ese momento de calentón denuncie, pero estén seguros que a los dos días volverá con su agresor, porque nadie empatízo con ella y empezó a tratarla desde el minuto uno.

Así que, y para no alargarme mucho, yo propongo a los dirigentes y a los responsables de este área que cambien sus tácticas de trabajo, y traten a las personas como personas enfermas, y que empatícen con ellas. Esa será la única forma de que no vuelvan con sus agresores, será la forma de que se animen a denunciar, será la forma de que se sientan comprendidas y será la forma de que baje el número de víctimas mortales.

Jihad Farrakh.

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  1. Espero que están de acuerdo. Y entre todos podamos frenar esta lacra.

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