Adiós, amigo

El pasado jueves te marchaste, Claudio. Una maldita enfermedad de esas con destino inevitable te tuvo peleando 4 años y fuiste apagándote poco a poco a pesar de la fuerza, la entereza y la valentía con las que la afrontaste. Nadie debería pasar por algo así. Por eso, los que te quisimos nos debatimos entre el terrible dolor de tu pérdida y cierta sensación de alivio al ver que el sufrimiento que padecías en los últimos años se ha acabado. Son esas malditas contradicciones a las que nos aboca esta vida.

Recuerdo que nos conocimos en el mejor de los escenarios; aquella manifestación, aquel 15 de mayo de 2011. Aquel grito desesperado que obligaba a hacer algo para cambiar las cosas. Y las cosas no sé si cambiaron, pero algunos de nosotros sí. Os recuerdo a ti y a mi querida Flora marchando por las calles de Valencia con un puñado más de gente de nuestro pueblo. Nos mirábamos frotándonos los ojos por la inmensa cantidad de gente que había acudido a aquella llamada. Luego las acampadas en las plazas. Tres semanas más tarde, 4 loc@s convocábamos la primera asamblea en la Plaza del pueblo y empezó algo muy bonito: la Asamblea popular del 15-M de Buñol.

Tú fuiste una de esas personas que nos empujó a lanzarnos a esa aventura que, al menos a un servidor, le cambió la vida para siempre. Y fue bonito porque permitió encontrarnos a gente diversa, pero maravillosa; entre ellas, a ti y a Flora; gente buena, empática, comprometida, honesta. De esa gente que desgraciadamente no abunda en este mundo… con la falta que nos hace. Y por eso duele tanto que te hayas ido.

Te recuerdo en las asambleas siempre con el cigarro en la boca, siempre inquieto, de acá para allá. Recuerdo que en ellas, durante varios meses, a ti te llamaba Cristóbal y a éste Claudio. Y es que mi cabeza en aquel entonces iba a mil por hora, porque las emociones y las ilusiones estaban a flor de piel. Qué bonito sigue siendo recordar aquellos primeros años del 15-M.

Poco se puede decir de ti que no digan tus actos y tu legado. Una gran persona, preocupada por la memoria y la historia de su pueblo, es una persona que bien merece ser recordada. No me olvido de tu compañera de vida, Flora. Os recuerdo siempre juntos. Un equipazo. Un desborde de generosidad, respeto, amabilidad y honradez. Aprendí mucho de vosotros.

Doy gracias a la vida por haberme permitido conocerte y encontrarme contigo en aquellas circunstancias que tanto me marcaron. Tus amig@s y compañer@s del 15-M de Buñol te vamos a echar mucho de menos. Adiós, compañero y amigo. Nunca te olvidaremos.

José Guerrero Moliner

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