Extracto del artículo publicado en la Revista de Estudios Comarcales (REC) número 12
La Umbría del Fresnal (Buñol) posee algunos ejemplares sobresalientes de especies autóctonas de árboles y grandes arbustos, que al menos poseen especial valor por sus dimensiones a nivel local y comarcal. Se aportan datos sobre dos ejemplares de roble o quejigo (Quercus faginea Lam.) y un ejemplar arborescente de coscoja (Quercus coccifera L.) que destacan particularmente por su forma y tamaño, alcanzando respectivamente tallas de 19,50, 16,70 y 7,85 m. De ellos, posee especial relevancia el ejemplar indicado de coscoja, ya que aparentemente es el más destacado para su especie a nivel de toda la Comunidad Valenciana.
La Umbría del Fresnal es uno de los más relevantes enclaves para la conservación del medio natural en la comarca de la Hoya de Buñol-Chiva, destacando particularmente por su contenido vegetal, tanto en lo referido a la flora como a la vegetación.
A pesar de su reducida extensión, 204 ha, El Fresnal contiene la segunda mejor masa forestal de bosques mixtos con fresno de flor de la Comunidad Valenciana, los denominados localmente ‘fresnales’ –a diferencia de las ‘fresnedas’, nombre que se suele reservar para las formaciones vegetales con fresno de río (F. angustifolia Vahl), prácticamente desaparecidas en la comarca. Tan solo la umbría del Carrascar de la Font Roja (Alcoi, Alicante) supera en dimensión y densidad la masa de fresno de flor observable en este paraje del término de Buñol.
Localmente, además de Umbría del Fresnal, se suele denominar a la misma zona con el topónimo Collado Umán o Collado de Umán, aunque dicho nombre corresponde genuinamente al collado que existe en el extremo oriental del paraje, donde convergen la Umbría del Fresnal con la Solana del Arca y se dividen las vertientes del Barranco del Fresnal hacia el oeste, y la Rambla de Bosna hacia el este.
Aunque en la actualidad la Umbría del Fresnal posee un importante desarrollo de la vegetación forestal, dominada por pinos carrasco y rodeno, carrasca o encina, quejigo o roble y fresno de flor, su estado a finales del siglo XIX era bien distinto, sin apenas ejemplares arbóreos.
La ausencia de cobertura vegetal en esta zona y otras próximas del sector occidental de la Sierra de Malacara, resultado de su sobreexplotación y de la sucesión de incendios forestales, se consideró como uno de los principales factores incidentes en graves inundaciones acaecidas aguas abajo en la cuenca del río Júcar en 1897 y 1900, justificando su repoblación forestal durante los primeros años del pasado siglo.
El estado actual, con un importante desarrollo de la vegetación forestal, se debe fundamentalmente al hecho de haberse salvado repetidamente del efecto de grandes fuegos forestales, como los que asolaron los montes de Buñol en 1957, 1985 y 1991; de ellos, los dos primeros afectaron parcialmente al paraje, pero no así el último y más devastador, que arrasó más 16.000 ha en la Sierra de Malacara, sin afectar a la Umbría del Fresnal.
Aunque el incendio de 1957 afectó a gran parte del paraje, se salvó por completo el extremo occidental de este espacio natural; el de 1985, por el contrario, afectó significativamente al tramo oriental. En general, las zonas próximas al fondo del Barranco del Fresnal, cubriendo gran parte del sector NW de la Umbría del Fresnal apenas han sufrido alteraciones desde su repoblación a principios del siglo XX, salvo las derivadas del carboneo de árboles del género Quercus, y entresacas puntuales de ejemplares del género Pinus, que a su vez cesaron a finales de la década de 1970.
Entre los elementos sobresalientes del medio natural que apenas han recibido hasta ahora suficiente atención en El Fresnal y su entorno destaca el caso de los ejemplares sobresalientes, monumentales o singulares de las especies arbóreas.
La ausencia de incendios forestales recientes ha permitido que El Fresnal conserve una masa forestal que supera a menudo los 15 m de talla, fundamentalmente a través de ejemplares de pinos carrasco y rodeno, pero donde destacan a menudo ejemplares de tallas notables de frondosas.
Laguna (1995) destacó ya la talla notable de dos especímenes de quejigo o roble valenciano (Quercus faginea Lam.) ya fuera de la Umbría del Fresnal pero en su entorno próximo, la presencia del conocido ejemplar de madroño (Arbutus unedo L.) de la Casa Forestal de Las Moratillas.
Ricardo BARBERÁ (1), Raquel HERREROS (1) y Emilio LAGUNA (1,2).
(1) Generalitat Valenciana, Centro para la Investigación y Experimentación Forestal.
(2) Generalitat Valenciana, Servicio de Vida Silvestre.