Llevaba tiempo detrás de un libro: “Las chicas son guerreras: 25 rebeldes que cambiaron el mundo”. Supongo que lo conoceréis. Así que estas Navidades me lo compré. Como cualquier maestra/o piensas en cómo trabajar ciertos contenidos extracurriculares pero que pueda aportar a tu alumnado un conocimiento muy diverso, sobre todo que consigan hacerles pensar, sentir curiosidad y que poco a poco vayan adquiriendo su propia opinión sobre hechos que ocurren a su alrededor.
De repente, vino la idea. ¿Por qué no hacer un pequeño proyecto para el 8 de Marzo?
Como quien quiere cazar a un ratón muestra el queso, yo mostré el libro. Se quedaron fascinados. Claro, el libro es muy atractivo. Hablamos largo y tendido sobre las diferentes personajes que aparecían y que ninguno, excepto a Lady Gaga, conocían. Esa misma semana, un alumno me preguntó que qué era el 8 de marzo que había salido en las noticias y no sabía por qué era tan importante.
Les expliqué a todos/as que era el Día Internacional de la Mujer. Ese día, muchos años atrás, murieron calcinadas mujeres en una fábrica por bombas que les lanzaron ante el encierro por defender sus derechos laborables. De ahí, saqué el hilo perfecto para mi mini proyecto. Seguimos dialogando sobre toda la evolución, trágica en el mayor de los casos, que ha llevado la mujer en toda su trayectoria para que hoy en día nosotras podamos disfrutar de esos “derechos” por los que ellas murieron.
Observamos más detenidamente el libro. Éste realiza una cronología de mujeres que destacaron por no “ceñirse” a los cánones que estaba estipulado para ellas según su época de nacimiento. Todo el mundo conocerá a la famosa Hypatia de Alejandría, personaje de la película Ágora, a quien mataron cruelmente a pedradas por pensar.
Actrices como Audrey Hepburn, reconocida no sólo por sus películas sino también por su amor incondicional a ayudar al más desfavorecido, o a Lady Gaga por sus extravagantes ropajes. Básicamente, el libro resume la vida de mujeres que lucharon por conseguir aquello en que soñaban, aprendiendo a valorar a sus verdaderas amistades, a no dejarse influir por la fama como en el caso de Coco Channel, a seguir sus principios y a valerse por sí mismas en un mundo de hombres.
Lo que más me sorprendió fue que los más “enfadados” eran los niños. No entendían que esa crueldad hubiera existido hacia una persona y más porque podrían haber sido sus madres, abuelas, tías, hermanas y amigas.
Entonces, les propuse si les gustaría que la puerta fuera decorada en honor a todas esas mujeres que en algún momento lucharon por la injusticia impuesta. Me dijeron que sí. Cada uno de ellos y ellas leyeron el libro detenidamente y eligieron a su chica guerrera.
A partir de ahí, hicieron su propio trabajo de investigación, leyendo la información, subrayando lo más importante y pasándolo a ordenador para poder mostrarlo a todos sus compañeros/as.
Puede que os preguntéis: y, ¿esto? ¿Para qué? Pues porque creo que todo cambio se produce en las aulas, creando alumnos pensantes con capacidad de crítica, que sepan valorar el trabajo y esfuerzo de otras personas, de conocer por qué el mundo es tal y como lo han conocido, y si no les gusta, luchar por cambiarlo y hacerlo mejor. Simplemente, porque ellos/as son nuestro futuro.
Laia Broch Guerrero
Graduada Magisterio Primaria