La Fórmula 1, desde sus comienzos, ha estado siempre asociada a grandes ciudades y regiones. Nueva York, Miami, Los Ángeles, Las Vegas, Mónaco, Sochi, Singapur… todas estas ciudades, en algún momento, han tenido una carrera por sus calles o en sus alrededores. España no ha sido menos, con Madrid y Barcelona como sedes en diferentes etapas del Gran Premio de España. Sin embargo, Valencia también ha tenido un peso bastante importante en la historia de la categoría reina en su paso por nuestro país.
El Circuit Ricardo Tormo
El Circuito Ricardo Tormo de Cheste, también conocido como Circuito de la Comunidad Valenciana Ricardo Tormo, ha sido un lugar que, durante muchos años, ha estado en la memoria de los aficionados españoles. El trazado, situado en Cheste, se caracteriza por un diseño en forma de estadio, algo totalmente único y que ofrece una vista prácticamente total de todo lo que acontece en el circuito desde las gradas. Además, su diseño, con una amplia variedad de curvas rápidas y lentas, lo sitúa como una pista muy interesante para los equipos. El trazado a día de hoy es sede del Gran Premio de la Comunitat Valenciana de MotoGP, pero los aficionados al automovilismo lo recuerdan por su etapa como circuito de tests para la Fórmula 1.
Durante la época en la que las pruebas eran libres, los equipos de la Fórmula 1 solían escoger la pista valenciana por sus características. Además, la cercanía con respecto a la capital de la Comunidad Valenciana invitaba a los aficionados a entrar en la pista, donde tenían una oportunidad única para ver los monoplazas para la nueva temporada de la categoría reina del automovilismo. La pista, de esta manera, resultaba muy interesante para Betfair blog y los seguidores de la Fórmula 1, ya que servía de primer vistazo a cómo podía discurrir la temporada.
El Valencia Street Circuit
En el año 2008, sin embargo, Valencia dio un paso al frente y decidió organizar su propio Gran Premio de Fórmula 1, rescatando el nombre de Gran Premio de Europa. Con un trazado urbano de 5,4 kilómetros, bordeando el Puerto de Valencia, el circuito ofrecía un desafío técnico para los pilotos y una experiencia única para los espectadores, con el Mediterráneo como telón de fondo, que recordaba a lo que se veía en otras pistas urbanas como el Gran Premio de Mónaco.
Durante los años que acogió la Fórmula 1, el Valencia Street Circuit fue testigo de algunos momentos icónicos, como el triunfo de Fernando Alonso en 2012 con Ferrari, una victoria contra lo que pronosticaban las apuestas deportivas. El piloto asturiano partía desde el 11.º lugar en un circuito en el que los adelantamientos eran escasos, con una actuación memorable que muchos consideran el mejor triunfo de su carrera deportiva.
Sin embargo, no todo fueron momentos felices en el Valencia Street Circuit. El trazado, con sus estrechas calles y barreras cercanas, también vio accidentes impactantes y situaciones comprometidas para los pilotos, como el vuelo que sufrió Mark Webber en la carrera del año 2010. A pesar de ello, los aficionados recordarán con cariño las carreras en este circuito, que ofreció un espectáculo diferente al tradicional y puso a Valencia en el mapa de la F1 de una manera muy especial.
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