Concierto de Rock con la Banda de la S.M. San Juan Bautista de Loriguilla

EL CLUB DE ROCK BUÑOL TRASCIENDE NUESTRAS FRONTERAS

El pasado Sábado 24 de Noviembre, en la presentación de la Musa de la Sociedad Musical “San Juan Bautista” de Loriguilla, se apostó por el Rock and Roll.  De la mano de su director, el buñolense Eduardo Carrascosa, el Club de Rock Buñol traspasó las fronteras patrias para rocanrolear allí donde se les requirió, como haría el Equipo A. Así que, ya saben, si se los encuentra… tal vez pueda contratarlos.

El Rock and Roll no es que esté de moda, es que nunca ha dejado de estarlo, debido a la autenticidad de su música, su actitud, su estética, y su energía (entre muchas otras cualidades), por lo que, de vez en cuando, es la herramienta perfecta para desempolvar la imagen decimonónica que el mundo bandístico habitualmente genera. Las bandas de música son una agrupación perfecta para fusionarse en el sonido rockero, y esto, cada vez más, se pone de manifiesto. Es algo que, Eduardo Carrascosa, director de la banda del Conservatorio Profesional de Buñol, y profesional de dilatada experiencia sabe de sobra, ya que no es la primera vez que realiza espectáculos atrevidos e innovadores que van más allá del repertorio bandístico y la transcripción orquestal.

Eduardo, hace tiempo, se puso en contacto con el Club de Rock Buñol, y propuso esta confluencia, juntos, estudiamos un repertorio, y el engranaje empezó a funcionar. Se eligieron los temas primarios, y ya, en democracia con los músicos de la banda se obró algún cambio, y el resultado fue un “Highway to Hell” de AC/DC, “I Want it All” de Queen (arregaldo por otro buñolense: Francisco Haro), “Zombie” de The Cranberries (en arreglo de David Tarín), “Embrujada” de Tino Casal (también arreglada por David), “United States of Eurasia” de Muse (en arreglo de Elena Villar, también de Buñol), y los arreglos oficiales de “It´s my Life” de Bon Jovi, y “Hurricane 2000” de Scorpions.

La banda estaba formada y ensayando, mientras el Club acordaba los músicos a desplazar y comenzaba los ensayos por su parte. El grupo quedó en: Ricardo Zanón “Pichana” a la voz, Gonzalo Huerta a la guitarra y coros, y vocalista de Embrujada, Carlos Barrera a la guitarra solista, Elena Fernández a la voz y coros, David Tarín a la batería, y un servidor al bajo y coros. Y una vez todo macerado por partes, dos ensayos juntos… y al concierto. Un concierto que no dejó indiferente a nadie.

Tras la presentación de la Musa (lo que en los feos llamamos Reina y en los litros Miss), el escenario ya tenía una pinta muy distinta a la habitual… un añadido delante lleno de micrófonos y amplificadores, una batería rodeada de una pantalla de metacrilato (señal de que va a haber un aporreamiento serio), dos torres de luz de color y un equipo de voces en alto… micrófonos ambientales encarados a la banda, y monitores para una escucha óptima… algo nada habitual en un concierto de banda al uso.

El teatro, de 250 asientos estaba lleno, y se podía contar un buen número de personas que estaban de pie, ya que los asientos se agotaron, vamos, que estaba a rebosar, y se palpaba en el ambiente que algo nuevo iba a suceder, y la expectación era inmensa… El público era heterogéneo, ya que se veían personas de ambos sexos de todas las edades, desde niños, hasta ancianos, pasando por todas y cada una de las franjas de edad.

Tras la presentación (y el check de los instrumentos eléctricos en el descanso) la banda interpretó “Highway to Hell” en solitario, como preludio a la descarga de electricidad que se avecinaba… y a partir de aquí, se desató el Rock and Roll, arropada magistralmente por la banda, y repartiendo protagonismo entre ambas formaciones, Grupo y Banda.

El resultado: Acaloradas ovaciones entre tema y tema, público entregado, músicos y director disfrutando, petición de ¡Otra otra!, bises, público en pie, sudor, sonrisas, adrenalina, y sobre todo, buena música, la base de todo espectáculo.

Tras esta gran experiencia, desde el Club agradecemos a la Sociedad Musical de Loriguilla que haya contado con nosotros y que haya apostado por el Rock and Roll, y una vez más, se haya demostrado, que las formaciones bandísticas y el Rock no son incompatibles, son perfectamente hermanas, y que, sin prejuicios y con actitud, se pueden hacer espectáculos muy guapos, como el que se vivió en Loriguilla la tarde del 24 de Noviembre de 2018, una fecha para recordar. ¡SALUT I ROCANROL!

Enrique Hernández Pérez
Melómano empedernido

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