A estas alturas poca gente desconocerá el tremendo conflicto laboral que sufre el Conservatorio Profesional de Música «San Rafael» de Buñol y en este espacio me gustaría resumir en palabras e imágenes esta realidad.
A la fecha de escritura de este artículo (26 de Enero) el conflicto está al rojo vivo. Tras dos años de promesas por parte de la alcaldesa, docente como nosotros que, al conocer las condiciones laborales precarias, discriminatorias e ilegales en las que se viene trabajando en el Conservatorio, manifestó, ya antes de las elecciones en privado y tras las mismas en público y en diferentes foros (Radio Buñol, Pleno Municipal, Consejo Escolar y Claustro de Profesores), que la situación era penosa, que le daban ganas de llorar y que adquiría un compromiso personal con este asunto debido a su gravedad y flagrante ilegalidad (recuerdo su salida entre aplausos del Claustro de Profesores al que asistió, ahora ya no asiste…). La realidad es que en dos años no se ha movido un dedo en este asunto.
Reunirse con ella para tratar las diferentes propuestas del claustro, que solucionan el problema de una manera más que razonable, ha sido IMPOSIBLE. Durante los últimos meses, el modus operandi ha sido poner una fecha de reunión, el día de antes cancelarla, tras mucho insistir por parte del claustro poner una fecha a quince días vista para, de nuevo, el día de antes cancelarla, y tras mucho insistir por parte del claustro, ponerla a quince días vista y el día de antes cancelarla, una y otra y otra vez, entrando en un bucle perverso donde el profesorado del conservatorio sigue trabajando en las mismas condiciones que ella se comprometió a revertir. Cuando empezaron las primeras protestas en forma de UNA pancarta en el conservatorio se ofendió muchísimo-muchísimo y aprovechó para cortar la comunicación con el centro, salvo para presionar por escrito al jefe de servicio a través de su concejala de Personal, una señora que NUNCA ha venido al conservatorio y que, cuando se ha hablado con ella en las diferentes mesas sectoriales, solo hemos recibido gritos, malas formas, exabruptos y desprecio por su parte, y algún que otro caramelo envenenado por parte del gobierno de Buñol (pero nosotros llevamos mucho tiempo en el sindicato y no nos hemos caído del guindo).
Desde CGT, propietarios y artífices de la colocación de la pancarta, decidimos quitarla como gesto de buena voluntad en aras de reunirnos para resolver el conflicto, y no sirvió de nada… Entonces llegó la huelga.
Pudimos hablar con el tridente alcaldesa-concejala de Personal-secretaria del Ayuntamiento en el TAL (Tribunal de Arbitraje Laboral), en Valencia, y nos encontramos varias cosas: que desconocían el contenido de las propuestas, y además nos encontramos con el desconocimiento absoluto de la legislación de la señora secretaria que, además de unas formas más que mejorables y un desprecio absoluto a los trabajadores, abochornó a los allí presentes. Esta reunión acabó SIN ACUERDO, como no podía ser de otra manera tras un ejercicio de beligerancia y absoluta ignorancia al respecto del tema que nos ocupa, y no voy a entrar en detalles por motivos de espacio, aunque no puedo dejar de citar la frase de la alcaldesa, pronunciada en el TAL: «Me ha molestado más la pancarta en el Centro que las 5 Jornadas de Huelga». Encima, ahora será ella la víctima.
En definitiva, cuando esto se publique ya habremos realizado dos jornadas de huelga, y quedarán tres. La decisión del claustro, por unanimidad, es seguir en la lucha hasta que se reconozca la JORNADA EFECTIVA TRABAJADA y esta perversión laboral deje de afectar a la calidad de la enseñanza y a la cotización de los y las trabajadoras, ya que somo el único colectivo del ayuntamiento que trabajamos en condiciones ilegales, y no estamos dispuestos a continuar así. Este texto no es consensuado, es exclusivamente mío, ni del sindicato ni del claustro, pero me veo en la obligación de escribir sobre este tema ya que la situación es gravísima.
Esperamos pronta solución, pero apostaría que, a publicación de este artículo, el conflicto seguirá «in crescendo», ojalá me equivoque…
CONTINUARÁ… O no…
Enrique Hernández Pérez
Profesor Conservatorio y Sec. Comunicación CGT en Ayto. Buñol