Renacimiento con ruedines

Este va a ser el último artículo donde la realidad modelada por el Coronavirus sea protagonista, pero creo que es de justicia escribir este último y aportar una visión discordante de la “recuperación” desigual, y señalar cosas, a mi parecer, incongruentes y, cómo no, mostrar enfado y decepción a la vez que alegría y esperanza, aunque la esperanza la suelo encontrar más allá de nuestras fronteras locales.

Esto último lo digo con gran pesar porque a nadie le hace demasiada gracia salir de la «zona segura» de tu pueblo y, sobre todo, más allá de la comarca, pero no queda otro remedio, que lo de «quedarse en casa» llevamos dos años haciéndolo, hay una gran tasa de vacunación en este país, los aforos están mejorando mucho, y las restricciones desapareciendo poco a poco, pero da igual, nos quedamos sin Bienal de Arte. La excusa: el Coronavirus. La realidad: Otra.

Estamos en lo de siempre, la doble vara de medir que hace que las «excusicas oficiales» no cuelen, convirtiéndose así en lo que en Buñol se llaman «excusicas de mal quedaor».

No se entiende que se puedan meter en el auditorio de Buñol 1.500 personas (dicen) para ir a ver a un vendedor de crecepelo arengar a las masas con sus recetas milagrosas y por otro lado no se pueda gestionar un protocolo ordenado para entrar a las casas a ver exposiciones, o no se puedan habilitar espacios, o no se pueda modificar la estructura de la Bienal para que la gente que amamos el arte, y no compramos crecepelo, podamos disfrutarlo en nuestro pueblo cada dos años. 

Ya la anterior Bienal de Música se canceló, cosa normal, ya que era una época donde el Coronavirus iba a saco, y no había vacunas, y estábamos muy jodidos como sociedad y como individuos, y no se podían hacer eventos, pues no se podía; pero ahora no estamos en esas.

No dudo que se hará algo, al igual que se hizo algún espectáculo musical hace dos veranos, y muchos más este verano, pero no va a haber una Bienal que cada año era mejor y se estaba abriendo un nombre en el mundo del arte como una cita importante… Pues nada, todo por tierra.

Ya hay teorías conspiranóicas en el boca a boca callejero que no voy poner aquí por escrito porque, al contrario que otr@s, yo no soy la Bruja Lola, pero desde luego, la excusa del Coronavirus no cuela. ¿Es usable? Si. ¿Cuela? No. 

No cuela porque durante estos dos años de eventos a cuentagotas hemos visto dobles varas de medir, hemos visto a personas saltarse las normas y que no pase nada (cuando digo «personas» me refiero a «personas que deberían dar ejemplo»), hemos visto a representantes locales hacer caso omiso de las indicaciones sanitarias y en cambio en otros foros utilizarlas como excusa para no llevar a cabo cosas que «no les interesan»… hemos visto mucho paripé…

Pero bueno, en conclusión, y en mi opinión (porque esto es un artículo de opinión personal, que se puede compartir o no): a dos años de uso de la excusa más socorrida del mundo y a estas alturas donde hemos visto algunos tímidos destellos en la Música y las Artes de Buñol (en ningún caso me refiero a las Sociedades Musicales, que sí que han hecho actividades y conciertos, luchando en muchos casos con las cortapisas «de arriba» e incluso enfrentándolas) nos encontramos en un punto donde hemos visto el auditorio hasta arriba (repito, en el acto de un vendedor de crecepelo), y ahora no hay Bienal de Artes porque van a entrar desde luego no tantas personas a espacios controlados.

Yo no creo que sea el Coronavirus, creo que es «otra cosa», pero que cada cual saque sus conclusiones, yo soy de pensar mal, porque suelo acertar cuando lo hago.

¿Nos veremos en Buñol? Espero que pronto.

Enrique Hernández Pérez
Público Profesional

Share This Post

Post Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.